Declaración de la Infanta
«¡Sois todos unos chantajistas y unos extorsionadores!»
Bronca entre el fiscal Anticorrupción y la abogada de Manos Limpias
La indisimulada tensión entre el fiscal Anticorrupción Pedro Horrach y la abogada de Manos Limpias, Virginia López Negrete, enfrentados por la imputación de la Infanta en el «caso Nóos», estalló ayer en el momento más inesperado. Minutos antes de que, tras el habitual receso para comer, se reanudase la vista, la letrada comentaba desde su lugar en los estrados de las acusaciones, situado justo detrás del de Horrach, su sorpresa por la investigación a Manos Limpias por extorsión. «Decía que estaba asombrada y que incluso estaba pensando en renunciar a la acusación», aseguran testigos presenciales. Según esas mismas fuentes, en un momento dado Horrach se dio la vuelta y reprochó airadamente a López Negrete su actitud. «Lo que estás haciendo es una comedia, eso no se lo cree nadie», le echó en cara. «¡Sois unos chantajistas y unos extorsionadores!», añadió al tiempo que se refería a este colectivo como un «sindicato de mierda», según fuentes presentes en la trifulca verbal.
La abogada del sindicato le afeó su actitud: «Yo nunca te he faltado al respeto, Pedro. Has perdido el juicio». Pero Horrach se justificó, harto de que le hayan situado en el disparadero por no apreciar delito alguno en el comportamiento de la hermana del Rey. «Llevo cinco años aguantando...», se desahogó. «Una cosa es lo que mi cliente haya hecho y otra mi trabajo», se defendió ella.
El tono del rifirrafe fue subiendo por momentos. Hasta el punto de que tuvo que intervenir María Ángeles Berrocal, la abogada de la Comunidad Autónoma de Baleares. «Comprende que Pedro lo está pasando muy mal», le excusó. «Todos lo estamos pasando mal», replicó la letrada. Para evitar males mayores, Berrocal y el abogado de la Infanta convencieron a Horrach para que abandonase la sala y se serenase, lo que finalmente hizo.
El incidente ha demolido la escasa relación ya existente entre ambos, limitada últimamente a los inevitables saludos de cortesía, que ayer ni siquiera se produjeron. López Negrete esperaba una disculpa que no se produjo de Horrach, que cree que la abogada ha magnificado lo sucedido para distraer la atención sobre la delicada situación judicial que atraviesa el sindicato.
Sea como fuere, el incidente no se ha quedado ahí. La letrada de Manos Limpias está dispuesta a presentar incluso una queja al superior de Horrach, el fiscal jefe de Baleares Bartomeu Barceló. No parece que hoy se vayan a dar ambos ni los buenos días.
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