Un bocadillo de cumpleaños

Un Rey no debe pensar en días libres, pero ayer Don Felipe se curtió en «horas extra». El viaje a Etiopía para asistir a la cumbre de la Unión Africana ha supuesto 15 horas de avión y 15 horas de trabajo. El Airbus A320 aterrizó ayer a las 7:15, hora etíope, y Felipe VI fue recibido con honores para ser despedido antes de volver a España con otros más emotivos: el cumpleaños feliz que el primer ministro de Etiopía, Hailemariam Desalegn, le tenía reservado en la cena.

Con apenas una hora para cambiarse y arreglarse, el Rey se dirigió a la sede de la Unión Africana, donde estuvo casi ocho horas entre la celebración de la cumbre y las reuniones bilaterales que mantuvo con los líderes de otros países. Un bocadillo fue el menú del Monarca, quien no pudo disfrutar de la comida que el embajador de España, Miguel Ángel Fernández Palacios, le había preparado. No obstante, realeza obliga y Don Felipe tenía claro que su momento para celebrar su 47 cumpleaños es hoy en la intimidad, junto a la Reina y sus hijas. Pero el país sede de la Unión Africana, le tenía preparada una sorpresa: antes del comienzo de la cena, Don Felipe pronunció unas palabras sin saber que la dura jornada tendría recompensa: una inmensa tarta que le colocaron detrás del atril. El Monarca, emocionado, siguió las indicaciones y cortó el «happy end» del día.

El inconmensurable edificio de la sede de la Unión Africana se alza ajeno al polvo y al olor a especia de las caóticas calles de Addis Abeba. Un monstruo arquitectónico gentileza del Gobierno chino y que, desde hace dos años, alberga las representaciones de los 54 países del continente africano –excepto Marruecos–. Esta mezcla de conceptos representa la «nueva realidad africana» de la que habló ayer Felipe VI en su discurso durante la cena de ayer tras la Cumbre, encuentro al que asistió ayer el Rey, convirtiéndose en el primer Jefe de Estado español invitado.

Don Felipe, desde la primera fila y acompañado por ex presidentes africanos, conoció la hoja de ruta para fomentar las relaciones políticas y económicas y estimular el comercio entre los territorios africanos. La declaración de intenciones por parte de nuestro país llegó después, ya que el Rey mantuvo una reunión bilateral con el secretario general de la ONU, Ban Ki- Moon. Le trasladó su compromiso por aumentar la presencia de España en África, promover la paz y los derechos humanos en el seno de la ONU y la promesa de nuestro país de seguir trabajando en el proceso de paz de Oriente Medio, días después de la muerte de un casco azul en el Líbano. El pésame por el fallecido fue lo primero que le transmitió el político surcoreano al Rey, informan fuentes de Zarzuela. Reconoció el papel de España en las misiones internacionales y puso en valor el papel de nuestro país en el Consejo de Seguridad de la ONU. La importancia que el Gobierno español concede a este dato es vital: no en vano, Rajoy también acudió el año pasado a la Cumbre en Guinea Ecuatorial para conseguir el apoyo de los territorios africanos a que nuestro país tuviera una asiento como miembro no permanente y si el Monarca ha sido invitado por el ministro etíope, es un modo para el Rey de corresponder y de presentarse a los africanos en su «puesta de largo». «Seremos consecuentes con el apoyo mayoritario a nuestra candidatura recibido del continente africano», afirmó. Entre otras cuestiones, el jefe de Estado resaltó que la Ayuda Oficial para el Desarrollo de España ha superado los 10.000 millones de dólares y enumeró «con orgullo» las misiones militares de nuestro país en África.

«Desafíos como el extremismo, la intolerancia y la barbarie amenazan la seguridad de todas las sociedades», hizo referencia el Rey a la amenaza terrorista global. Ayer mismo, Egipto lo sufrió en suelo propio tras el atentado en el Sinaí. Antes de regresar a su país por la tragedia, el presidente de Egipto, Abdel Fatah Al-Sisi, mantuvo un encuentro con el Monarca, y coincidieron en la necesidad de fomentar una lucha conjunta e internacional contra el terrorismo.

Un año más al servicio de España

Aunque durante su infancia cortaba la tarta, soplaba las velas y disfrutaba de sus regalos, ya son varios los cumpleaños de Don Felipe VI en los últimos años que coinciden con etapas de plena actividad de la Casa Real. A pesar de ser un día especial en la agenda del monarca éste suele estar embarcado en actos oficiales y de representación del Estado español. Un ejemplo de ello fue cuando en el año 2000, durante la celebración de la gala de los Goya, todos los asistentes cantaron el cumpleaños feliz al que por aquel entonces era Príncipe de Asturias. En 2003, visitó el cuartel general de Alta Disponibilidad de Bétera (Valencia) con su padre, el Rey Juan Carlos. Otro momento memorable se produjo un año año más tarde, cuando junto a Doña Letizia Ortiz, pasaron el 36 cumpleaños de Felipe VI visitando el Santuario de Covadonga, en Asturias, donde disfrutaron de una liturgia religiosa.