Barajas

Un criminal de guerra bosnio sale de una cárcel española tras 11 años preso por la muerte de 200 civiles

El Tribunal Internacional de la Haya le concedió hace unos días la libertad condicional, que disfrutará en su país

El criminal de guerra serbobosnio Darko Mrda abandonó a las 5 de la madrugada de este viernes la cárcel madrileña de Navalcarnero para coger un avión en el aeropuerto de Barajas que le llevase de vuelta a su país. Detenido en 2002 por la muerte de 200 civiles durante la guerra de los Balcanes, regresó a su casa tras sólo 11 años preso (nueve de ellos en España) y dos décadas después de perpetrar la que se conoció como 'La masacre de los acantilados del Koricani'. Con apenas 25 años de edad, este suceso le situó como uno de los criminales de guerra más buscados.

A las 8.50 despegó su avión, al que subió con escolta policial por motivos de seguridad a cargo de la Brigada Provincial de Extranjería y Documentación de Madrid. Después de más de siete horas de viaje, en torno a las 16 horas llegó a Bosnia Herzegovina. Aunque nació hace 46 años en Zagreb (el país de la mayoría de sus víctimas), Mrda vivió casi toda su vida en la localidad bosnia de Prijedor donde disfrutará ahora de la libertad condicional junto a sus padres, su mujer y sus hijos de 16 y 12 años.

Según consta en el expediente al que ha tenido acceso Europa Press, Darko Mrda estaba al mando de una unidad policial especial conocida como la "Brigada de Intervención"que servía a las órdenes de las autoridades serbobosnias en la localidad de Prijedor, situada en la zona noroccidental de Bosnia y Herzegovina.

El 21 de agosto de 1992 vigilaban el traslado de un convoy de unos 1.200 prisioneros -mujeres, niños y hombres en su mayoría musulmanes- desde los campos de Tukovi y Trnopolje en Prijedor hasta la localidad de Travnik, también en Bosnia. Pero "en un lugar del camino a lo largo del río Homska, entre Skender Vakuf y el Monte Vlasic, el convoy se detuvo". TENIA 25 AÑOS

"En ese lugar Darko Mrda y otros miembros de la Brigada de Intervención dieron la orden de separar a los hombres de edad de militar del resto del convoy compuesto por autobuses y camiones cargados con civiles. Darko Mrda, consciente de que dichos hombres serían asesinados, participó personalmente en la elección de las víctimas. Un gran número de hombres estimado en más de doscientos, fueron obligados a subir a dos autobuses", relata el expediente. Mrda tenía apenas 25 años entonces.

Se les dijo que se iba a producir un intercambio de prisioneros, pero una vez hecha la selección esos dos autobuses fueron guiados por la Brigada de Intervención hasta la orilla de un camino al borde de un barranco donde "se les ordenó arrodillarse y se les asesinó a tiros". "Darko Mrda participó de manera directa en la descarga, la vigilancia, la conducción, el tiroteo y el asesinato de hombres desarmados". Sin embargo, hubo doce civiles que consiguieron sobrevivir a la matanza para contar los hechos de lo que se conoce como 'La masacre de los acantilados del Koricani'.

Uno de ellos es Midhat Mujkanovic: "los autobuses se detuvieron junto a un precipicio. Al descender del autobús, se alineaba a los hombres a lo largo del precipicio, de frente al borde. Los hombres gritaban. Los guardias disparaban a cualquiera que pidiera ayuda y uno de ellos gritó '`esto es lo que os merecéis turcos!'". Mujkanovic se salvo porque se cayó o porque le empujaron --no recuerda-- antes de que le disparasen. Tras despeñarse barranco abajo escuchó disparos y hasta el lanzamiento de granadas.

Asegura que estaba tan asustado que pensó en suicidarse. Finalmente se cubrió bajo un cadáver hasta que acabaron los disparos y posteriormente se refugió en un bosque durante dos noches hasta que fue capturado de nuevo, interrogado y trasladado a un hospital.

Diez años después de esta masacre, el 13 de junio de 2002, el Ejército Británico desplegado en Bosnia en el marco de la misión SFOR de la OTAN emitió un comunicado en el que informaba de la detención en Prijedor del "presunto criminal de guerra Darko Mrda". Se le acusaba de haber cometido "crímenes contra la humanidad"y de "violar las leyes y costumbres de la guerra", cargos por los que le reclamaba el Tribunal Penal Internacional para la antigua Yugoslavia que el 23 de noviembre de 2004 le condenó a 17 años de prisión.

Varios países europeos firmaron un acuerdo con el Tribunal Penal Internacional para la antigua Yugoslavia por el cual se comprometían a hacerse cargo de la reclusión de condenados por esta corte internacional. Uno de ellos fue España, destino de algunos penados balcánicos, entre ellos Darko Mrda, quien ha pasado sus últimos años de condena en la cárcel de Navalcarnero (Madrid).

Descontadas las redenciones (desempeñaba un trabajo en prisión y mostró su arrepentimiento) ha cumplido las dos terceras partes de su condena por lo que la Justicia española recibió el visto bueno del Tribunal de la Haya para concederle desde el pasado 10 de octubre la libertad condicional que había solicitado y que disfrutará en Bosnia.

Regresará a su casa de Prijedor en la que viven sus padres apenas 11 años después de su arresto y 21 años después de la masacre 'La masacre de los acantilados del Koricani'. Hoy ese lugar es un destino turístico en invierno fomentado por el deporte del esquí y en verano también son muchas las visitas que recibe de aficionados al turismo ecológico y las rutas de senderismo.