Francisco Velasco
Un preso de los atentados del 17-A denuncia el agravio que sufre respecto a los investigados en “Gürtel”, GAL o Filesa
Driss Oukabir, uno de los acusados de formar parte de la célula que atentó en Barcelona hace dos años, asegura que contra él solo hay “conjeturas”
En un recurso de apelación, el preso manifiesta que “la sociedad actual está más que habituada a la comisión del delito imputado -integración en organización terrorista- y ni siquiera se alarma ante delitos muchos más graves... como los casos GAL, Nécora, PSV, Filesa o Gürtel entre otros
La acusación de integrar la célula yihadista que cometió los atentados de Barcelona del 17 de abril de 2017, donde 16 personas resultaron muertas y más de 140 heridas, es menos grave que los relacionados con los casos “Gürtel”, “Filesa”, GAL o “Lasa y Zabala” y por ello no se justifica la prisión provisional de Driss Oukabir, uno de los acusados de formar parte de la célula que perpetró esa criminal acción terrorista hace ahora dos años. Así lo sostiene en el recurso de apelación contra la decisión del juez de la Audiencia Nacional José Luis Camala de prorrogar su prisión provisional, donde se sostiene que la prisión provisional se decreta en supuestos “en los que se cree alarma o repulsión social por el delito cometido y, en es caso, ni siquiera se ha cometido delito alguno”. Y aquí es donde la defensa alude a otras causas en las que se decretó la libertad provisional de gran parte de los investigados durante la instrucción: “Es triste, pero es real que la sociedad actual está más que habituada a la comisión del delito imputado -integración en organización terrorista- y ni siquiera se alarma ante delitos muchos más graves...como los casos GAL, “Nécora”, “PSV”, “Filesa”, “Lasa y Zabala”, “Gescartera”,“Gürtel”, en los que la puesta en libertad de los presuntos autores no creó la supuesta inquietud en nuestra sociedad», y máxime, añade, cuando en el caso de Oukabir “ni tan siquiera se ha acreditado su autoría” en los hechos que se le imputan.
Por otro lado, la defensa de Oukabir esgrime que los indicios existentes de que formaba parte de esa célula “no se sustentan en elementos de prueba reales, diferentes de las simples valoraciones que en su día realizaron las Fuerzas de Seguridad del Estado» y que, añade al respecto, «no han sido confirmadas por las investigaciones realizadas hasta este momento». La Policía, afirma, “no ha podido acreditar nada porque nada hay, y lo único que siguen existiendo son valoraciones y conjeturas realizadas por las fuerzas policiales intervinientes en la investigación”.
Y es que, destaca al respecto el recurso de apelación, de toda lo actuado en este procedimiento “no se desprende elemento alguno que sirva para confirmar los hechos que con carácter indiciario se le imputaron, ya que no existe ningún elemento de prueba que permita seguir manteniendo una imputación tan importante en relación” con los atentados de Barcelona; por lo que, añade la defensa, si se mantiene la prisión provisional “se está cometiendo un claro error”.
Colaboración desde la cárcel
Junto a todo lo anterior, se rechaza igualmente que se mantenga la situación de prisión de Oukabir por la posible pena que se le pudiese imponer tras el juicio, algo que, afirma la defensa, “es jugar a ser adivinos, ya que sin hechos concretos difícilmente se puede condenar a una persona”.
Por otro lado, también se alude a que Oukabir ha rechazado en todo momento el uso de la violencia y ha expresado su “más absoluto repudio a la organización llamada Estado Islámico y a sus formas de actuar”; y a que no existe ningún riesgo de pueda eludir la acción de la Justicia si quedase en libertad, tanto por su situación personal, con una vida ordenada, trabajo, familia», como por el arraigo que tiene en España.
Pero, además, alude a su comportamiento “ejemplar” en prisión, donde, se afirma, ha mantenido un postura de “total rechazo a lo que supone el extremismo religioso del DAESH y colaborando en todo momento con cualquier actuación que se le requiere dentro de prisión”.
Más indicios y riesgo de fuga
El juez confirmó recientemente su prisión provisional al entender justamente todo lo contrario que lo esgrimido por la defensa: los indicios en su contra se “han reforzado” desde que se acordó esa medida hace ahora dos años y el riesgo de fuga se ha incrementado, ya que la instrucción está “prácticamente terminada» y se entraría ya en la fase preparatoria del juicio oral, el cual, según fuentes jurídicas, se prevé que se celebre en 2020.
En este procedimiento Oukabir está procesado junto a Mohamed Houli Chmelal y Said Ben Iaza. A los dos primeros se les imputa los delito de integración en organización terrorista, fabricación, tenencia y depósito de explosivos y delit de estragos en grado de tentativa, mientras que a Iazza se le acusad de colaborar con organización terrorista. El juez Fernando Andreu, que fue el primer instructor de la causa, Estos tres procesados pertenecía, según explicaba en el auto de procesamiento, a un grupo terrorista formado por jóvenes marroquíes que se constituyo a partir de 2015 en Ripoll (Girona) bajo la dirección espiritual del imán Abdelbaki es Satty, y en el que también estaban integrados los otros siete yihadistas que murieron en las localidades de Cambrils, Alcanar y Subirats.
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