Una reunión con mucha presión alemana

En la reunión entre Merkel y Rajoy en Berlín, ambos líderes trataron de los temas que se llevarán a la cumbre europea de esta semana. El objetivo de la canciller alemana es el de lograr compromisos para llegar a un acuerdo sobre el Presupuesto europeo que se rechazó en la reunión previa. Reino Unido fue su principal opositor. Alemania quiere que se aprueben unos presupuestos restrictivos y así lo vende la señora Merkel a un electorado que, según las últimas encuestas, rechaza en gran parte seguir pagando. Pero también está presente el mercado laboral, sobre el que Merkel mostró su preocupación ante las alarmantes cifras de paro que se están dando en España. A pesar de ello, el Ejecutivo alemán solamente ofrece apoyo a España en materia de Formación Profesional y ofertas de puestos de trabajo en su país, sin ceder lo más mínimo en el objetivo de reducción del déficit.

El presidente del Gobierno español, a la vista de las cifras de crecimiento y desempleo, propuso recientemente que se impulsaran políticas de estímulo económico allí donde pudieran llevarse a cabo. Con un objetivo tan estricto de reducción de déficit en España y en otros países es imposible materialmente destinar ni un solo euro a políticas que creen empleo. Por esa razón pidió que la «locomotora europea» se dedicase a proporcionar el estímulo necesario.

La respuesta en Santiago de Chile no fue la deseada. Merkel recomendó a España que exportara más a Iberoamérica para estimular su economía, negándose por completo a incrementar el gasto público alemán. El problema añadido es que la política restrictiva y claramente electoralista de Alemania está llevando al euro a máximos contra el dólar y eso es un obstáculo añadido a la exportación. Seguimos siendo testigos, por tanto, de una política alemana cerrada en sí misma que nos obstaculiza una salida pronta de la crisis. Difícil labor la de Mariano Rajoy con tan obstinada interlocutora.

*Analista de XTB