Caso Nóos
Urdangarín exculpa a la Infanta: «No tenía implicación en el día a día»
Defiende el trabajo de Nóos: «Ha generado conocimiento y mejorado la sociedad»
Defiende el trabajo de Nóos: «Ha generado conocimiento y mejorado la sociedad». Asegura que un asesor de la Casa Real avaló que tributara sus ingresos a través de Aizoon.
Iñaki Urdangarín eximió ayer a la Infanta Cristina de cualquier responsabilidad en la gestión de Aizoon –«como socia no podía tener ninguna implicación en el día a día»– y aseguró al tribunal del «caso Nóos» que un asesor de la Casa Real para temas fiscales con el que se reunía «de forma periódica», Federico Rubio, se encargaba de supervisar las declaraciones de la renta de los entonces duques de Palma y no puso «ningún inconveniente» a que, como le recomendaron sus asesores, tributase sus ingresos por asesorías a diversas sociedades a través de la empresa que compartía con su esposa (por lo que la Fiscalía le imputa dos delitos fiscales en el IRPF de 2007 y 2008).
«Yo no daba un paso en mi vida sin consultarlo al señor García Revenga (el entonces secretario de las Infantas), para que estuviera al corriente de todas nuestras actividades» en el Instituto Nóos, aseguró en sintonía con las manifestaciones al respecto de su ex socio Diego Torres. «Siempre hemos pensado que todo estaba correctamente hecho», se defendió. La presencia de Doña Cristina en la junta directiva, explicó, se debió «simplemente» a que había que conformar ese órgano de dirección «con las personas de absoluta confianza que hemos tenido siempre a nuestro lado», pero su esposa no tenía «ninguna función».
El ex duque de Palma reivindicó el legado del Instituto Nóos, hasta el punto de afirmar que «en nuestro pequeño mundo hemos generado conocimiento y hemos mejorado la sociedad», y también enfatizó que en 2004 y 2005 «lo único» que cobró por las cumbres organizadas por el Instituto Nóos en Valencia y Baleares fueron 710.000 euros «IVA incluido». A las asociaciones sin ánimo de lucro, añadió, «no se les prohíbe obtener beneficios, siempre y cuando se reinviertan en su objeto social». Durante más de seis horas de minucioso interrogatorio, el fiscal Anticorrupción Pedro Horrach advirtió al tribunal de más de una veintena de contradicciones entre lo declarado ayer por Urdangarín y lo que manifestó al juez Castro en febrero de 2013. El ex duque de Palma trató de explicarlo: desde esa fecha ha tenido acceso a «un montón de información» que había custodiado Torres y que se ha incorporado a la causa, «con la que yo he podido ir entendiendo y recordando algunas cosas, por lo que ahora puede haber algún tipo de incongruencia». «Nunca he tenido ninguna duda de que he actuado correctamente», recalcó el marido de Doña Cristina, quien señaló una y otra vez a los arrepentidos Miguel y Marco Antonio Tejeiro como las personas que le asesoraron en todas las decisiones fiscales, contables y de contratación, y hasta en la decisión de crear Aizoon en 2003 para «canalizar» sus honorarios.
Eso sí, asumió que, desde el punto de vista tributario y en la contratación del personal «hay cosas que no se han hecho correctamente o no he estado bien asesorado», por lo que se mostró dispuesto a repararlo «si se decide que he hecho algo mal». «¿Está usted reconociendo su defraudación?», le preguntó la abogada del Estado Dolores Ripoll. «No», rechazó, «aunque siempre he tenido la voluntad de intentar arreglarlo».
En lo que sí volvió a discrepar de su ex socio fue respecto a la reunión que, según Torres, mantuvieron en Zarzuela el 29 de enero de 2004 con el entonces presidente de la Comunidad Valenciana, Francisco Camps, y la alcaldesa Rita Barberá para, supuestamente, preparar el terreno para la celebración del primer Valencia Summit. Esa reunión, dijo, nunca se celebró. De hecho, negó la intervención directa de ambos en la aprobación de los proyectos de Nóos en la Comunidad Valenciana, aunque tres años atrás dijo a Castro que ellos dieron «luz verde» a esas iniciativas.
Urdangarín recordó que creó el Instituto Nóos en 2003 junto a Diego Torres porque «era la única manera de trabajar en lo que nos gusta», la estrategia de patrocinio, tras las críticas recibidas por la posible incompatibilidad entre optar a ser miembro del COI y sus negocios empresariales. «Lo importante eran las ideas, no las personas», dejó claro.
Urdangarín se desvinculó de Nóos en marzo de 2006 a instancias de José Manuel Romero, asesor jurídico del Rey Juan Carlos, pero esa recomendación (que hizo extensiva también a su esposa y a García Revenga) solamente hacía referencia, aclaró, «a que me desvinculara de la Junta Directiva, de los aspectos formales» ante las «preguntas parlamentarias» en relación a su actividad empresarial. A partir de ese momento, su implicación «fue muy pequeña, prácticamente nula». Eso sí, el marido de la Infanta admitió que medió «con toda la buena intención del mundo» entre Torres y José Luis «Pepote» Ballester para que Nóos cobrara una deuda pendiente que el Gobierno de Matas se negaba a pagar porque algunos trabajos no se habían realiz
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