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Vox suma 10.000 afiliados más que el 28-A y llega a 52.000

Las afiliaciones crecen desde que se celebraron las generales y ya cuentan con 20.000 militantes más que Ciudadanos.

El líder de Vox, Santiago Abascal, en un acto celebrado el pasado sábado en la Plaza de Colón de Madrid por la unidad de España. Foto: Alberto R. ROLDÁN
El líder de Vox, Santiago Abascal, en un acto celebrado el pasado sábado en la Plaza de Colón de Madrid por la unidad de España. Foto: Alberto R. ROLDÁNlarazon

Las afiliaciones crecen desde que se celebraron las generales y ya cuentan con 20.000 militantes más que Ciudadanos.

Vox, el partido que lidera Santiago Abascal, lejos de presentarse a la reválida electoral del 10-N desinflado sigue tomando impulso. Para los «verdes» la verdadera encuesta fiable son las urnas y mientras tanto toman el pulso en datos reales como el incremento del número de sus afiliados que, tras las generales del 28-A, en tan solo cinco meses, incrementó en 10.000 y ya están en los 52.000 afiliados, según indica el partido. Comparado por ejemplo con Ciudadanos, un partido más consolidado que ha llegado a perder en torno a un 20 por ciento de su afiliación –según fuentes no oficiales– y 4,5% –según indicaron fuentes oficiales a la SER–; y estaría en torno a los 32.000 afiliados. Además todos los afiliados de Vox pagan rigurosamente su cuota –una media de nueve euros al mes–, de lo contrario, se les da de baja como afiliado y no les computan como tal. En el caso de que el afiliado sea estudiante o esté en situación de paro o jubilación figura la cuota «reducida» de cinco euros. De las cuotas de afiliación procede una gran cantidad de los ingresos del partido. Con ello alcanzan unos 470.000 euros al mes, que supone más de 5,5 millones de euros al año. De hecho, Vox se ha puesto de ejemplo en numerosas ocasiones sobre cómo un partido se puede y debe financiar por sí mismo sin necesidad de recurrir al dinero público de las subvenciones.

Otra forma en la que los de Vox miden sus fuerzas es mediante el pulso de la calle y los multitudinarios actos que siguen llenando como es de Vistalegre donde reunieron a 13.500 personas. El «Plus Ultra» de Vox, su segundo «round» en la Plaza de Toros donde removieron de nuevo la ilusión de su electorado. En Málaga congregaron a más de 6.700 personas más las más de 600 que se quedaron fuera sin poder entrar a lo que hay que añadir la anécdota de que Sánchez tenía un acto ese mismo día en la ciudad y lo canceló. En Vox bromean con el hecho de que tal vez no lo iba a llenar. Y en Granada los de Abascal congregaron el domingo a cerca de 7.500 personas.

Fuentes del partido destacan que, además, en movilizar voluntarios para los actos tienen más que suficientes, a veces de más, y hace una semana lograron cubrir ya el número de interventores y compromisarios en Madrid. «La movilización está siendo mayor que en los pasados comicios», aseguran fuentes de Vox.

En cuanto a las encuestas, Vox prefiere no dejarse guiar por ellas y aseguran que no hacen valoración de escaños porque «no tenemos datos objetivos para ello y tampoco queremos que se genere una expectativa determinada», como ya ocurrió en los pasados comicios donde los 24 diputados a algunos les supieron a poco por las expectativas creadas obviando que partían de cero escaños.

En Vox no manejan encuestas internas ni tracking electorales porque «es muy caro» y porque consideran que éstas «se utilizan como elemento para condicionar el voto». Además, apuntan que en los pasados comicios «ninguna acertó». Eso no quiere decir que no las miren, pero apuntan a la «cocina» de cada línea editorial o del partido de turno que las encarga. Lo cierto es que con Vox nunca aciertan. Los barómetros no pudieron presagiar los 12 escaños de Andalucía con los que irrumpió el partido en el escenario electoral, y también se equivocó en los resultados de las generales donde les dieron horquillas muy amplias.

Sin embargo, desde el partido ven con «optimismo» las elecciones y recuerdan que es el único partido que no se ha movido de lo que prometió a su electorado, ni si quiera en los temas más controvertidos como la Memoria Histórica, la Ley de Violencia de Género o la inmigración ilegal han modificado su discurso y han cumplido su promesa de ser el muro contra la izquierda, recuerdan. «Hemos demostrado que dejaríamos fuera a la izquierda y que no queríamos asientos sino programas». Con todo tienen la sensación de que el apoyo a Vox «es mayor».

Los de Abascal consideran que ahora, al poder estar presente en todos los debates, que su voz de haya podido escuchar en el Parlamento con las cosas que defienden y cómo las defienden, les favorece porque ya pueden hacer llegar su mensaje a un mayor número de personas sin que se «manipule», ni haya intermediarios. Además, seguirán apostando por las redes sociales y estarán presentes en todos los debates donde estén los otros cuatro partidos.