Zarzuela, sobre los Príncipes: «No vamos a alimentar la "no noticia"»

«No vamos a alimentar la "no noticia"». Los rumores sobre una supuesta crisis entre los Príncipes de Asturias han regresado a la palestra informativa y este periódico, en conversación con un portavoz de la Institución, ha obtenido esta respuesta al respecto.

Parecía que las informaciones sobre los problemas conyugales del matrimonio que coparon los titulares el año pasado se los había tragado la marea veraniega. En Argentina, durante la defensa de la candidatura de Madrid ante el COI para que la ciudad fuera sede de los Juegos Olímpicos en 2020, la actitud entre Don Felipe y Doña Letizia buscó zanjar cualquier duda respecto a la estabilidad del matrimonio; en gestos como el beso que el heredero de la Corona le dio a su mujer después de su discurso, las continuas imágenes de ellos abrazados, o incluso cuando la Princesa mandó callar con el dedo a un miembro del Gobierno que compartía confidencias con su compañero de butaca porque Don Felipe se encontraba en mitad de su intervención. También se notó un cambio en la actitud de la Princesa de Asturias, que desde entonces hasta hoy se ha mostrado más cercana y participativa en los actos y viajes oficiales. El volumen de noticias se desinfló bastante hasta que en las últimas semanas han vuelto a la carga. «Es un rumor sin fundamento», asegura el portavoz de la Casa. Desde donde también se transmite que la personalidad de Doña Letizia se ha manifestado desde el día en que se anunció su compromiso, hace diez años, cuando le pidió al Príncipe de Asturias que la dejara terminar de hablar en un momento en que la interrumpió. Estas explicaciones resultan de las últimas apariciones públicas de los Príncipes, en las que en algunos momentos se ha podido percibir de Doña Letizia una actitud tensa, a raíz de la cual la alerta sobre la crisis conyugal se haya disparado de nuevo. Según las mismas fuentes, no tendría ningún valor añadido.

Agenda intacta

Por su parte, las consiguientes especulaciones sobre un posible divorcio –que no se descartó a finales del año pasado– también son rechazadas radicalmente desde la Institución. Es más, aseguran que la futura agenda oficial de los Príncipes se mantiene intacta, como el próximo viaje a Japón que realizarán a partir de primavera. Es decir, haya problemas conyugales o no, los Príncipes de Asturias continuarán cumpliendo con su deber institucional. Fuentes cercanas a la Casa barajan un interés desde distintos sectores públicos en ensuciar la imagen de los Príncipes. El último viaje del matrimonio tuvo lugar la semana pasada, en Tenerife, donde inauguraron el Palmetum; un recinto de 12.000 metros cuadrados que ha pasado de ser un antiguo vertedero a convertirse en un palmeral. De esta última visita los Príncipes regresaron con una sensación agridulce, ya que los vecinos de la isla no escatimaron en abucheos, sensación parecida a la que debieron tener el pasado mayo, en el Teatro del Liceo de Barcelona, en el que el recibimiento fue parecido. Un recuerdo muy distinto a la última visita exterior oficial de los Príncipes de Asturias a California y a Miami, sobre todo a la ciudad de Florida. La acogida a los herederos fue tal que, independientemente de que el teatro Olympia casi se «cayera» cuando los Príncipes entraron en él, desde la alcaldía de la ciudad se llegó a decir que la visita había puesto a Miami «en el mapa». Como cabía esperar, los Príncipes mostraron un excelente humor y la Princesa de Asturias no tuvo reparos al afirmar que «hay que venir más a Miami». Un agradable respiro en estos últimos años, que han sido especialmente duros para la Corona, ya que se encuentra pasando por la mayor crisis institucional desde que Don Juan Carlos ocupara el Trono hace 38 años. Los Príncipes no son ajenos a ella; independientemente de la polémica que se originó a raíz del viaje cinegético del Rey a Botsuana en 2012, ha sido sin duda el «caso Nóos» la herida más grande. A pesar de que las últimas encuestas coloquen al Príncipe de Asturias como el miembro mejor valorado de la Monarquía española –junto con la Reina– , en la Institución existe una gran preocupación porque la nueva e inminente declaración de la Infanta Cristina ante el juez Castro no afecte a la estabilidad del futuro reinado del Príncipe de Asturias. Por su parte, éste ha mantenido siempre una actitud pública distante respecto a su hermana, hasta el punto de evitar aparecer junto a ella en los actos públicos. Fuentes cercanas a la Institución aseguran que Doña Letizia ha influido en que esto se produzca así y añaden que el fuerte desapego de la opinión pública hacia la Monarquía española a raíz del proceso judicial abierto contra los duques de Palma ha afectado en el ánimo del matrimonio, que padece lateralmente el rechazo.

Así las cosas, Don Felipe, tal y como manifestó recientemente a este periódico a la víspera de su pasado 46º cumpleaños, afronta un 2014 que ha empezado sin preámbulos «con fuerza y con ganas, como todos». Fuentes de su entorno afirman que el heredero de la Corona «está centrado en cumplir con sus obligaciones y tirar hacia adelante», fórmula para alejarse lo mayor posible del «caso Nóos» y, para más «inri» en un momento en que las recientes operaciones del Monarca le han supuesto asumir un protagonismo de primera línea, al tener que representar a Don Juan Carlos en aquellas actividades oficiales en las que su condición de heredero se lo haya permitido. Según afirman desde Zarzuela, el ritmo no bajará este año a pesar de que, según los pronósticos médicos, la evolución médica del Jefe de Estado sea cada vez más positiva y vaya recuperando la normalidad en su agenda oficial.

La imagen del Príncipe es determinante, por lo que la posición de la Casa Real responde a una decisión de transmitir normalidad institucional y de continuidad en medio de la polvareda, sin ahondar en lo que consideran rumores sin sustento.

Sus próximos actos

Los Príncipes de Asturias desarrollan una agenda oficial por separado, pero también coinciden en muchas actividades públicas, desde audiencias dentro del Palacio de la Zarzuela –a veces de forma espontánea, como durante la pasada recepción a la Junta Directiva de la Asociación Española de Prensa Deportiva, a la que Doña Letizia se unió por iniciativa propia– hasta numerosas actividades en el exterior. Asimismo, los Príncipes de Asturias realizan un viaje al año a un país extranjero en el que España tenga intereses comerciales y estratégicos, y en esta ocasión el destino será Japón, por la conmemoración del año dual España-Japón y que está previsto se realice a partir de esta primavera.