Salud

“¿Cómo piensa alguien que un seguro de salud puede cubrir las necesidades médicas a un precio de 14€ al mes?”

Manuel Antonio Fernández analiza el futuro de la medicina privada.

Manuel Antonio Fernández, más conocido como El Neuropediatra, ha hecho de su forma de entender la profesión, un arte. Médico privado, sin mediación de seguros, defiende esta manera de trabajar porque cree en el derecho de los pacientes a recibir una atención personalizada y sin prisas. Experto en marketing digital, es un médico presente en numerosos congresos donde trata de aportar su granito de arena con sus amplios conocimientos en el marketing aplicado a la medicina.
Manuel Antonio Fernández, más conocido como El Neuropediatra, ha hecho de su forma de entender la profesión, un arte. Médico privado, sin mediación de seguros, defiende esta manera de trabajar porque cree en el derecho de los pacientes a recibir una atención personalizada y sin prisas. Experto en marketing digital, es un médico presente en numerosos congresos donde trata de aportar su granito de arena con sus amplios conocimientos en el marketing aplicado a la medicina.El Neuropediatra

Manuel Antonio Fernández, más conocido como El Neuropediatra, ha hecho de su forma de entender la profesión, un arte. Médico privado, sin mediación de seguros, defiende esta manera de trabajar porque cree en el derecho de los pacientes a recibir una atención personalizada y sin prisas. Experto en marketing digital, es un médico presente en numerosos congresos donde trata de aportar su granito de arena con sus amplios conocimientos en el marketing aplicado a la medicina. Muchos médicos acuden a él para que los mentorice y aprendan a sacar un rendimiento económico a la consulta dando la mejor calidad al paciente. Su labor no pasa desapercibida, no en vano, ha sido premiado por los Premios Doctoralia tres veces como el mejor pediatra de España (en 2015, 2018 y 2019). Estos días participa en el I Congreso Internacional Online de Ortobiología.

-¿Qué hace un neuropediatra experto en TDAH en un congreso de traumatología?

-Pues este es un congreso organizado por Gonzalo Mora, un traumatólogo innovador y emprendedor especializado en terapia biológica no quirúrgica para las lesiones degenerativas de las articulaciones y mi relación con él no se debe a este tema sino a que ha sido uno de los alumnos de mi programa de mentoring y consultoría para el desarrollo de negocios de salud y consultas médicas privadas.

Y esto se debe a que después de muchos años de formación, aprendizaje y experiencia propia en el desarrollo de mi proyecto “El Neuropediatra”, soy casi igual de experto en neurología pediátrica que en marketing digital sanitario y en 2018 me decidí a lanzarme y ayudar a otros compañeros de profesión a empezar a ejercer la medicina de una forma completamente diferente a como se concibe hoy en día la sanidad privada en nuestro país.

Gonzalo fue uno de los primeros alumnos de mi programa y los resultados que ha conseguido desde entonces poniendo en prácticas las estrategia que aprendió con nuestro equipo le han llevado a posicionarse como uno de los mayores referentes en su sector como se puede ver en este evento tan impresionante.

Así que estoy aquí como consultor de negocios de salud y experto en marketing digital sanitario para ayudar a otros compañeros a recuperar la autonomía y libertad respecto a las compañías y aseguradoras desarrollando su marca personal, consiguiendo sus propios pacientes y dando un servicio de alto valor a pacientes que buscan ponerse en manos del mejor especialista para resolver su problema.

-Usted es un firme defensor de la consulta privada sin mediación de seguros médicos. Muchos colegas se preguntan cómo lo hace. ¿De qué se vale para promocionar sus servicios? ¿Cuáles son sus estrategias?

En la relación médico paciente no caden intermediarios. No tiene sentido. Solo supone una limitación de acceso a los servicios a los pacientes y un limitación de actuación a los profesionales. Ocurre exactamente lo mismo en la sanidad pública que en la privada. Las condiciones laborales son precarias en ambos sectores hasta límites insospechados que además, por supuesto, rozan, cuando no superan con creces, las líneas de la legalidad.

-Centrándonos en la sanidad privada, según datos aportados por el presidente del RICOM de Sevilla, el 90% de la actividad privada de la provincia se articula a través de compañías aseguradoras y se habría desplomado durante la crisis del coronavirus.

-Las mutuas de seguros se encuentran en una situación de claro privilegio frente a los profesionales sanitarios. Estas grandes empresas cuentan con el acceso a un volumen importante de potenciales pacientes asegurados con los que se colocan en una clara situación de abuso de poder pretendiendo oligopolizar el mercado. Están interesadas en que no varíe ni un ápice el “statu quo” actual en el que se posicionan como la única opción para la captación de pacientes por parte de los profesionales sanitarios gracias a su casi ilimitada capacidad económica, inversión en publicidad y escasa transparencia a la hora de comercializar sus pólizas de salud. ¿Cómo piensa alguien que un seguro de salud puede cubrir las necesidades de una persona a un precio de 14,50€ al mes por ejemplo?

Con los que no negocian absolutamente nada es con los profesionales. Por el contrario, fijan unos baremos ridículos y cerrados por servicios concretos en los que para nada se valora el tiempo o la dedicación de cada profesional a los pacientes por ejemplo. Para que todo el mundo se pueda hacer una idea, hay compañías de seguros que abonan 12€ por la consulta de pediatría general, 7€ por una revisión y no pagan más citas en un mes aunque el paciente acuda en más ocasiones

Es algo parecido al problema entre los agricultores y las grandes superficies. Las grandes superficies tienen a los clientes y le “ofrece” la posibilidad al agricultor de distribuir sus productos pero con las condiciones que ellos fijan. Por supuesto, ni el agricultor suelen salir bien parados frente a las grandes empresas del sector.

Efectivamente soy un defensor a ultranza de la ausencia completa de intermediarios entre médico y paciente. Estos intermediarios vician el sistema rompiendo el equilibrio natural y dejando a pacientes y profesionales más lejos que nunca de lo que Hipócrates definió en su juramento.

A pesar de todo, también soy consciente de que una gran parte de culpa de haber llegado a este extremo actual recae en la propia profesión médica que nunca ha sabido ni sabe actuar de forma corporativa y agrupada. Esto es algo que dí por hecho hace ya años cuando tuve que empezar mi camino solo enfrentándome a todos estos Goliats sin la ayuda de nadie. Ni de sindicatos, colegios médicos, agrupaciones profesionales….

Por eso, lo que he aprendido y ha demostrado ser útil en cualquier especialidad para cambiar esta situación es conseguir pacientes totalmente propios que permitan ser libre porque no dependes de nadie para conseguirlos. ¿Cómo se consigue? La primera condición es ser un gran profesional dentro de tu especialidad. La segunda, desarrollar tu marca personal con una estrategia organizada para captar la atención y la confianza de tus potenciales pacientes. La tercera, desarrollar un modelo de negocio eficiente y de alto impacto que permita una gran agilidad en la atención a los pacientes cubriendo sus necesidades primarias, secundarias y terciarias gracias a las nuevas tecnologías.

-Es casi ya tan conocido por su labor como médico como por sus estrategias de marca personal. ¿Cuándo empezó a interesarse por esto?

-A los pocos días de terminar mi especialidad en pediatría empecé a sufrir la precaria laboral del mundo sanitario en mis propias carnes. Aunque me había especializado en pediatría, una rama con escasez de profesionales y alta demanda, la única opción para trabajar en la sanidad pública era un contrato de tres meses sin ninguna garantía de continuidad. Yo ya estaba casado y esa no era mi idea de estabilidad y vida familiar así que busqué apoyo en la sanidad privada aprovechando que mi formación en Neurología Pediátrica también era algo muy demandado. De repente me encontré trabajando dos jornadas completas sin parar haciendo malabarismos para pasar por casa, ver a mi mujer, dormir o tener algo de vida que no fuera trabajar. Un extremo que no encajaba con mis expectativas e imagino que con la de ninguna persona en su sano juicio.

En la sanidad privada además, como autónomo 100% o mejor dicho, como falso autónomo en un claro fraude de ley, algo de lo que me he quejado en todas las instancias pero que ninguna institución ha querido nunca oir. Consultas y guardias con horarios establecidos, uniforme de la clínica… y sin vacaciones ni derecho a paro o seguros sociales evidentemente.

Todo esto iba haciendo cada vez más mella en mi ánimo cuando las condiciones fueron cada vez empeorando más. La sanidad pública cambió un contrato de 6 meses a jornada completa por contrato de 15 días al 50%. El resultado era pasar todo el día trabajando como un loco para ver cuatro duros en la cuenta a final de mes. Básicamente porque tampoco podías gastarlo. Era fácil ahorrar así.

Como no podía más ni podía entender por qué nadie se quejaba, ningún compañero hacía nada por cambiar esto ni había ninguna institución que velara por mis intereses, busqué durante horas en internet opciones para cambiar todo esto y me formé hasta límites insospechados. Master en gestión, en emprendimiento… y acabe encontrando una figura que me inspiró y me ayudó a encontrar la respuesta. Un compañero que había dado el paso que yo quería dar. Había usado estrategias de marketing digital para captar pacientes y tener su propia consulta completamente independiente. Aprendí de él, lo puse en práctica y aquí estoy. Me ha llevado 10 años de mi vida pero a día de hoy tengo mi propio centro, hace 5 años que dejé la sanidad pública a pesar de tener dos oposiciones aprobadas y no trabajo con compañías de seguros.

-¿Cómo enfrentarse a la nueva normalidad con garantía de resultados gracias a la telemedicina y al marketing digital?

-El proceso a seguir está claro. Hay que tener en la mente que el sistema actual de la medicina privada ha muerto. Es imprescindible mirar a la actividad médica privada con una nueva mentalidad en la que los profesionales entendamos que nuestra actividad no se centra en el tiempo sino en el valor aportado y que cuanto más especializado sea el problema que resolvemos, mejor y más rápido lo hagamos, más valor le da el paciente.

Una de estas claves por lo tanto es dejar de trabajar con la dinámica tradicional de primeras citas y revisiones sino que hay que cambiarlo por una atención por procesos específicos de cada patología. La forma más sencillo y eficiente de hacer esto es seleccionado una o varias patologías en las que seamos capaz de aportar los mejores resultados en las mejores condiciones.

Otra de las claves, que enlaza con lo anterior, es dejar de plantear las consultas por tiempo, sino también por procesos y demás, incorporar la tecnología en la medida de lo posible para optimizar esos procesos y los resultados ofrecidos al paciente.

Una vez conseguido esto, tenemos el esquema básico para lanzarnos a conseguir nuestros propios pacientes. Aquí es donde se encuentran otro gran atasco la mayoría de los compañeros. Primer porque no nos han enseñado a ser médicos en la facultad. Nos han enseñado a ser médicos de la sanidad pública. A los médicos, todo lo relacionado con el dinero les chirría. Con la excusa de que la medicina es algo vocacional nos han querido lavar el cerebro y hacernos creer que casi tenemos que dar las gracias por trabajar. De una forma o de otra, no nos han enseñado a “vendernos” o nos han inculcado que no es ético.

La realidad es que es mucho más sencillo que eso. No hace falta hacer publicidad ni buscar pacientes. Solo hay que esperar a que te encuentren. Eso sí, poniéndole en bandeja a los pacientes gracias a internet. El coste de estas cuestiones es insignificante en la actualidad y permite a cualquier profesional ponerse al nivel de una gran empresa de salud y competir con ella independientemente de sus recursos. Google ha democratizado esta situación porque por mucha publicidad que pueda pagar una gran empresa, nadie mejor que un profesional puede escribir sobre una patología. Si tienes una web con un blog y escribes sobre los temas que le interesan a tus pacientes, google será tu mejor arma de marketing y venta. Prueba a escribir retraso madurativo en google y comprueba lo que aparece. Un artículo mío ¿verdad? Esa es la clave, los contenidos es lo que funciona para conseguir pacientes y nadie mejor que nosotros mismos para escribirlos.

-Vayamos a lo concreto: como médico, ¿qué opina de la gestión que ha hecho este gobierno frente a la pandemia

-Me temo que entrar en este tema es bastante peliagudo pero ya sabes que yo no soy muy políticamente correcto. Evidentemente es un tema difícil en una situación complicada, pero yo creo que la gestión no ha sido ni mucho menos la adecuada, ni de lejos. Ni desde el punto de vista sanitario, ni económico, ni social, ni político

Creo que todo el mundo ha infravalorado los riesgos de este virus y que precisamente por eso nos hemos metido en un problema de este calado. Ha primado lo político frente a lo sanitario desde todas las perspectivas. Yo tengo claro, desde un punto de vista político, lo que habría hecho, pero no es esa mi labor

Desde el punto de vista sanitario, me parece que Fernando Simón ha hecho un papelón el pobre. Es un magnífico profesional con una trayectoria espectacular pero ha cometido errores de bulto en la previsión y la gestión. Primero diciendo que el impacto del coronavirus iba a ser casi nulo y que solo íbamos a tener unos pocos casos. Segundo porque no dijeron la verdad sobre la utilidad de las mascarillas. ¿Cómo pueden decir al principio que no las recomendaban y ahora reconocer que habría sido útiles pero que no las recomendaron porque no había para todos? En fin. Me temo que como siempre, lo que ha faltado ha sido sentido común, transparencia y honestidad.

Y en relación al trato a los sanitarios, que decirte. Mi mujer es médico en la sanidad pública. La nueva normalidad va a ser igual de mala o peor para los sanitarios porque a los gestores solo les importa los número y ahora les van a obligar a recuperar todas las citas de pacientes que no se han podido ver en la cuarentena aunque los sanitarios hayan seguido trabajando con normalidad. ¿Sabes cómo? Más pacientes por consulta, más horas de consulta, peores condiciones laborales, sin refuerzos de personal, sin mejoras en gestión… solo volviendo al paradigma clásico de los gestores sanitarios. Hay que trabajar más. Ya se pasaron los aplausos y vuelve la hora del látigo. Nada de gracias, nada de tratarlos mejor, nada de mejorar el salario como en Francia o Alemania… En fin, la misma historia de siempre. Esa es la nueva normalidad.

-¿Cree que todo cambiará en algunas consultas médicas que no requieren la presencia del paciente necesariamente tras la pandemia?

-Me temo que eso supone tiempo y dedicación por los gestores de los sistemas sanitarios. En la sanidad pública lo harán siempre que ayude a reducir gasto. En la sanidad privada, las compañías crearán nuevos baremos y más reducidos para valorar ese tipo de consultas. Dalo por hecho. Aunque sean importes ridículos, puede haber algun pequeña mejoría, ya que la atención telefónica o por mail es algo que los médicos vienen haciendo desde siempre sin ningún tipo de remuneración a cambio. Digo yo que será la vocación, pero mucho me temo que la vocación no da de comer a nuestros hijos

Puede sonar crudo pero la realidad es que los objetivos de los sistemas sanitarios dejaron de tener una finalidad relacionada directamente con la salud para centrarse en parámetros muy centrados en lo económico. Al final, todos estos movimientos acaban dependiente mucho más de la utilidad económica que la sanitaria. Yo ya tengo en mente y pendiente en mi agenda, escribir un libro sobre este tema. El título sería, siguiendo el famoso cuento del rey desnudo, la sanidad desnuda, lo que todo el mundo con sentido común ve pero nadie se atreve a decir (en público). Verdades y mentiras del sistema sanitario español que sufrimos todos y que deberían haberse solucionado hace años. ¿Por qué será?