Psicología

El TDAH en adultos, un problema poco entendido (que tiene solución)

Vanesa Ortega, con TDAH y TAG (trastorno de ansiedad generalizada), creó una plataforma para ayudar a personas que, como ella, tienen dificultades para concentrarse en su vida diaria. Sigue siendo un tabú en adultos y, a pesar de que tiene solución, pocos acuden a buscarla. Ella lo hizo y cuenta su historia en esta entrevista.

Vanesa Ortega, con TDAH y TAG (trastorno de ansiedad generalizada), creó una plataforma para ayudar a personas que, como ella, tienen dificultades para concentrarse en su vida diaria. Sigue siendo un tabú en adultos y, a pesar de que tiene solución, pocos acuden a buscarla. Ella lo hizo y cuenta su historia en esta entrevista.
Vanesa Ortega, con TDAH y TAG (trastorno de ansiedad generalizada), creó una plataforma para ayudar a personas que, como ella, tienen dificultades para concentrarse en su vida diaria. Sigue siendo un tabú en adultos y, a pesar de que tiene solución, pocos acuden a buscarla. Ella lo hizo y cuenta su historia en esta entrevista.Perspectivamente

Vanesa Ortega lleva unos años conociendo el campo del emprendimiento social. Desde que fundó la Asociación por la Innovación en Salud Mental y Educación y creó el proyecto PerspectivaMente, ha pasado por diferentes programas y premios que han reconocido sus esfuerzos y, sobre todo, la empatía que transmite en su trabajo.

Aunque es pedagoga y lleva años especializándose en trastornos del neurodesarrollo, salud mental y psicoeducación, tiene un motivo profundo y personal que le mueve a crear impacto social y apoyar a personas con necesidades en salud mental.

-¿Qué le llevó a crear PerspectivaMente?

-La verdad es que desde bien pequeña he convivido con temas de salud mental. Mi madre tiene depresión casi desde que tengo uso de razón. Uno de mis hermanos mayores recibió su diagnóstico en TDAH a los 7 años… Así que en mi casa hemos crecido conociendo bien la importancia de acudir a un profesional. De hablar del tema. De pedir ayuda. Yo, además, tengo Trastorno de Ansiedad Generalizada, algo que también marcó bastante mi infancia y he tenido varias depresiones a lo largo de mi vida.

Cuando terminé la carrera decidí continuar formándome en salud mental y en cómo poner mi granito de arena desde la pedagogía. Necesitaba poner en valor mi historia, la historia de mi familia (que es la historia de muchas otras familias también) y crear redes de apoyo e impacto social. Claramente, no puedo usar mi historia como metodología de trabajo: lo que a mí me ha ayudado ha sido acudir a profesionales que han seguido la evidencia científica y que me han enseñado herramientas que a mí me han ayudado. Pero en salud mental no hay recetas generales. Lo que sí tengo claro es que en mi trabajo tengo una comunicación muy empática. Las familias que ahora mismo se forman conmigo a través del Instituto Andaluz de Neurología Pediátrica y PerspectivaMente se sienten cómodas conmigo. Precisamente porque aprendendemos juntos pero también porque comunico conectando con ellos. Porque sus problemas también son los míos.

-Recientemente ha descubierto algo más sobre su salud mental. ¿Cómo lo ha vivido?

-Antes del confinamiento pude acudir al Dr Ramos Quiroga, en Barcelona, porque sabía que había ciertas cosas que me pasaban que no podía explicar por el TAG o la depresión. Y descubrimos que también tengo Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad. Aunque era algo que ya sospechaba, me quedé a cuadros y de pronto he tenido un montón de recuerdos a los que ahora sabía dar una explicación. Ha sido como redescubrirme a mí misma y comprender que ciertas afirmaciones que me he ido haciendo con el tiempo, no son ciertas.

-¿A qué se refiere?

-Siempre me decían en el colegio que era muy vaga para estudiar. Que estudiaba lo mínimo para sacar un cinco. Yo recuerdo que tenía que estudiar con algún entretenimiento. Siempre con la tele de fondo o con algún ruido. Cuando quedaba para estudiar con otra amiga, ella iba estudiando poco a poco y memorizándolo todo, pero yo solo estaba deseando terminar y que preguntaran. Iba corriendo a que mi madre me preguntase la lección aún siendo consciente que no me la sabía del todo, porque necesitaba correr y terminar ya la tarea.

No es que fuera una vaga, es que no podía mantenerme sentada estudiando más de cierto tiempo. Así que al final memorizaba lo justo (y menos mal que siempre he tenido buena memoria, porque si no, no habría podido aprobar).

En general, cuando me pongo y me concentro soy productiva, pero siempre me ha costado conseguirlo y hasta en mi vida adulta trabajar más de ciertas horas me era difícil. Llevo toda mi vida comparándome con mis amigos, viendo las horas seguidas que ellos podían trabajar y pensando que yo nunca iba a poder ser así. Siempre digo a mis alumnos que no se comparen, pero en casa del herrero… ahora entiendo que no se trata de ser como los demás, se trata de encontrar mi rutina, mis horarios y mis herramientas. Ahora que me comprendo un poco más y estoy recibiendo tratamiento, voy encontrándome un poco más a mí misma en medio de todo este batiburrillo de tareas que tengo.

-La respuesta a esta pregunta, después de conocer tu historia parece obvia, pero ¿por qué emprender socialmente?

-Porque lo necesitaba. Para mí no tiene ningún sentido dar valor a mis vivencias si no lo hago para generar impacto social desde un punto de vista sistémico. Creo que desde PerspectivaMente podemos aportar mucho a las personas con las que trabajamos, pero también podemos contagiar nuestras metodologías a otras entidades, tejiendo redes que hagan que el impacto crezca más y más. Todo nuestro equipo (Marta, Pedro, Rubén…) tiene esta visión. No solo trabajamos en crear impacto directo, si no en generar redes con otras entidades para que el impacto sea mayor y se contagie por todo el mundo.

-¿Qué hace PerspectivaMente exactamente?

-Es una plataforma a través de la que creamos recursos y contenido para la concienciación y educación en salud mental. En la web hay guías online y recursos descargables para familias y profesionales. Y a través de nuestros colaboradores tenemos grupos de formación para familias con hijos con necesidades en salud mental, cursos para docentes y creamos materiales y recursos con los que trabajar en consulta.

Básicamente la plataforma es un compendio de recursos que siempre buscamos ampliar. Un lugar al que acceder y sentirse seguro comprendiendo los diferentes temas y adquiriendo herramientas en salud mental.

-¿Con qué otras entidades trabajan?

Para nuestro trabajo en el mundo rural, por ejemplo, nuestras aliadas son Fem Llitera. En educación familiar y a docentes nos hemos puesto manos a la obra con el Instituto Andaluz de Neurología Pediátrica y Hablemos de Neurociencia. De cara a generar recursos en salud mental estamos trabajando con AIMENTIA. Y por supuesto, trabajamos haciendo concienciación con la Federación Catalana de TDAH. Con el tiempo hemos tejido una red que cada vez es mayor y que nos permite ampliar impacto social de manera sostenible.

Para mí es súper importante no querer abarcar todo como un único proyecto, si no unir fuerzas con proyectos y entidades que ya están trabajando en esos ámbitos para, juntos, hacer más y mejor.

-Han recibido muchos apoyos desde que comenzaron. ¿Qué entidades continúan apoyando vuestra labor?

-La verdad es que hemos crecido mucho gracias al Premio de Emprendimiento Social de Barcelona Activa y todo el acompañamiento que realizaron con nosotras. Ashoka España también nos ha dotado de recursos a través de varios programas de emprendimiento. Con ellos hemos aprendido a realizar ese impacto sistémico del que hablábamos anteriormente.

Uno de los programas a los que más cariño tengo es Invisible Beauty Makers, de Fundación Puig y Ashoka. He crecido con ellos durante dos años y me han apoyado en todo. En lo personal y en lo profesional.

-¿Qué les espera en el futuro?

-Ahora mismo estoy dedicando todos mis esfuerzos a mejorar la plataforma y continuar tejiendo redes. Estamos reconstruyendo partes del proyecto para hacerlo más fuerte y con contenido más significativo. Ya hay más de 40.000 personas que se benefician de nuestro contenido, de una forma u otra, al mes. Ahora toca hacer que ese número se mantenga y medir el impacto que estamos generando. Ver cómo de significativo es y encontrar nuevas metas y puntos de mejora.

-¿Qué necesitan?

-Esa pregunta es muy peligrosa…Necesitamos donaciones, financiación, colaboradores… ¡de todo! Y siempre lo vamos a necesitar, porque el impacto social no va a descansar nunca. Nos encantaría hacer muchísimas cosas pero la falta de financiación nos lo impide y tenemos que ir priorizando.

Uno de nuestros mayores sueños, por ejemplo, es poder hablar de salud mental de una forma más visual. Vamos haciéndolo poco a poco, pero nos encantaría en un futuro, poder contar con ilustradoras que quisieran dar vida a nuestro proyecto de una forma más artística.

Emprender socialmente es tener una balanza constante entre lo que soñamos y lo que podemos hacer y saber crear una escalera para ir alcanzando ese sueño. Lo llevamos haciendo ya un tiempo y no vamos a parar, porque estamos completamente decididas a hacerlo. Y esa determinación no cambia fácilmente. Somos muy cabezotas con aquello que creemos justo.