Consejos
Cinco trucos para lograr que tu hijo deje de morderse las uñas
En general no es un problema grave, pero es un hábito poco saludable difícil de dejar
Morderse las uñas es una práctica poco saludable y bastante habitual entre adultos, pero también entre niños y adolescentes, sobre todo cuando están ansiosos o nerviosos. En general no es un problema grave, pero es un hábito poco saludable. Por lo tanto, hay que hacerle entender al niño que cuidarse las uñas es muy importante, ya que tienen dos funciones básicas: proteger los dedos y ayudar a coger pequeños objetos, como los hilos. También son muy útiles cuando sentimos picor y necesitamos rascarnos.
El niño debe saber que morderse las uñas, además de impedirle hacer algunas cosas cotidianas, puede producirle algunos problemas de salud como infecciones bacterianas, verrugas alrededor de la uña, sangrados o un daño permanente a la uña.
¿Por qué los niños se muerden las uñas?
Los niños se muerden las uñas por las siguientes causas, entre otras:
- Estrés o ansiedad
- Imitación de otros niños
- Transición de chuparse el pulgar
- Uñas mal cortadas
Como en ocasiones es difícil y no sabemos cómo ayudarles, hemos recopilado unos consejos sencillos para que los niños dejen este mal hábito:
- Reducir el estrés es primordial. Si tu hijo está muy estresado, intenta bajarle la carga de responsabilidades, ritmos o hábitos. Por ejemplo, trata de descubrir en qué situaciones estresantes (o de otro tipo) tu hijo se muerde las uñas (ante un examen, una película de suspense, por aburrimiento, etc.) e intenta evitar estas situaciones.
- Mantener las uñas cortadas. Hacerlo a menudo y correctamente ayuda a muchos niños a no ponerse las uñas entre los dientes. Limar las uñas también es una buena práctica preventiva.
- Buscar un sustituto. Busca a tu hijo algo que le distraiga del hábito y ayúdale a sentirse bien consigo mismo.
- No castigar ni avergonzar. Al contrario, reconoce el buen comportamiento, así le ayudarás a cambiar. Felicita a tu hijo cuando no se coma más las uñas.
- Ayudarle a elaborar un plan. Si tu hijo tiene más edad y quiere dejar el hábito, puedes ayudarle a confeccionar uno, por ejemplo ayudándole a pensar qué puede ponerse en las uñas para recordarle que debe dejar de comérselas, como guantes o un preparado con sabor amargo. No le exijas a tu hijo que utilice estas estrategias, debe ser él quien haga el esfuerzo de dejar el hábito.
La mayoría de niños que se muerden las uñas dejan el hábito con el tiempo. Es difícil predecir cuándo lo harán, pero hay que saber que el 75 % de los adolescentes que se comen las uñas dejan de hacerlo antes de cumplir los 35 años.
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