Familia
Cómo planificar tus gastos en vacaciones para no arruinarte
Las vacaciones de verano en familia suelen ser sinónimo de gasto. Y es que disfrutar de unos días de ocio implica preparar la maleta, pero también conlleva hacer frente a una serie de extras en transporte, alojamiento, restauración, etc., que sino planeamos con cierta antelación pueden dejar nuestra cuenta bancaria temblando.
Las vacaciones de verano en familia suelen ser sinónimo de gasto. Y es que disfrutar de unos días de ocio implica preparar la maleta, pero también conlleva hacer frente a una serie de extras en transporte, alojamiento, restauración, etc., que sino planeamos con cierta antelación pueden dejar nuestra cuenta bancaria temblando. Fintonic, la app que organiza tus gastos (gratuita) te da algunos consejos.
De hecho, durante los meses estivales se produce un repunte de los gastos derivados de estas partidas. Agosto es el mes en el que más invertimos en el mantenimiento del vehículo, con un desembolso de 126 euros de media por usuario; y al consumo en bares y restaurantes, con 112 euros de media por español. Mientras que julio se revela como el periodo en el que nos gastamos más en transporte (avión, tren, bus, etc.) y uno de los meses en los que más destinamos a ocio y cultura, con 133 euros de media por usuario.
Un desembolso extra, al que hay que seguir sumando los gastos habituales de cada mes como el alquiler o la hipoteca, la electricidad o el teléfono, y que puede suponer un descalabro para la economía familiar. Así, con el objetivo de ahorrarte una buena cantidad de dinero y que estires lo máximo posible el presupuesto destinado a disfrutar del verano, te ofrecemos una serie de consejos y recomendaciones:
- Márcate un presupuesto. No es lo mismo buscar un viaje a Benidorm que a Nueva York, por lo que es fundamental conocer de antemano el dinero del que podemos o queremos disponer y hacer lo posible para tenerlo por adelantado. Para ello, aplicaciones como Fintonic te pueden ayudar a fijar ese presupuesto y a controlar los gastos con el fin de cumplir con los objetivos que te hayas marcado.
- Reserva con antelación. Planificar las vacaciones con tiempo es la mejor manera de ahorrar. Durante los meses previos al verano suele haber mayor disponibilidad de ofertas y los precios se encuentran mucho más bajos, lo que te permite reducir el gasto final. De hecho, los expertos señalan que, por ejemplo, reservar el alojamiento con meses de antelación puede hacer que ahorres hasta un 20%.
- Compara tarifas. Contrastar entre las diferentes posibilidades que ofrece el mercado para elegir cuál es la mejor opción entre las disponibles nos ayudará a ahorrarnos unos cuantos euros. Y es recomendable tener esta precaución para todos aquellos aspectos en los que vamos a desembolsar un importe relevante (alojamiento, vuelos, alquiler de vehículos, restaurantes, etc.)
- Busca cupones y descuentos. Estar atento a las numerosas ofertas que publican las compañías es una opción muy recomendable para que nuestras vacaciones nos salgan más baratas. Por ejemplo, decantarnos por los paquetes vacacionales completos, que incluyan vuelo y alojamiento, en el caso de los destinos internacionales, nos puede suponer hasta un ahorro del 36,8% al comprar un viaje.
- Utiliza un navegador privado o borra las cookies. Recuerda que el precio de un vuelo o de un hotel puede incrementarse cuando el sistema reconoce que has visitado su página web en un par de ocasiones. Si consigues evitar esta situación, puedes ahorrarte unos cuantos euros.
- Atento a los gastos duplicados. En verano aumentan las transacciones en compras, lo que se deriva en un mayor descontrol de nuestra economía. Revisar los tickets y los movimientos bancarios pueden llegar a ahorrarnos mucho dinero.
- Controla los gastos compulsivos. En vacaciones es muy común dejarse llevar y sucumbir a darse más de un caprichito. Un hecho que, aunque siendo menos estrictos que durante el resto del año, debemos prestar atención y no dejarnos llevar por el momento disfrute.
- Vigila el gasto en efectivo. Julio es el mes que realizamos una mayor retirada de efectivo, con 400 euros de media por español. Cuando viajamos es habitual que seamos más previsores y aumentemos la cantidad de dinero líquido que llevamos en nuestros bolsillos. A veces, esta disponibilidad se vuelve en nuestra contra y gastamos mucho más de lo previsto. Si eres de los que pierden el control con el efectivo, no dudes en recurrir a la tarjeta y controlar en todo momento los pagos que haces a través de las app de finanzas personales.
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