Gema Lendoiro
Cristina Cifuentes “pone a dieta” a los niños madrileños
La Comunidad de Madrid pone en marcha un plan para evitar la obesidad infantil y en adolescentes
que la Consejería de Sanidad de La Comunidad está trabajando en un Plan de Prevención del Sobrepeso Infantil para evitar desde las edades más tempranas la obesidad o el exceso de peso
La paradoja del siglo XXI es que, mientras buena parte planeta padece desnutrición infantil severa por falta de alimentos, otra observa, cada día con mayor preocupación, un incremento de la obesidad infantil. Genética pero sobre todo malos hábitos (comidas procesadas, exceso de azúcar y sendentarismo). No es una cuestión baladí: la obesidad infantil es un serio problema que desemboca en muchos y variados problemas de salud que darán la cara tarde o temprano.
España no escapa a esta preocupantes tendencia n siquiera siendo como somos un país con una dieta mediterránea, la más saludable de todas según la OMS. Madrid es un buen ejemplo de ello y es por eso que la Consejería de Sanidad de La Comunidad está trabajando en un Plan de Prevención del Sobrepeso Infantil para evitar desde las edades más tempranas la obesidad o el exceso de peso. La Dirección General de Salud Pública cuenta con diversos sistemas de vigilancia sobre el exceso de peso en la población. Según el estudio Eloin (Estudio Longitudinal de Obesidad Infantil) que realiza seguimiento a un grupo de más de 2.500 niños madrileños, la prevalencia de obesidad o sobrepeso entre los niños de 6 años de edad se sitúa en el 27,7 por ciento a los 6 años de edad, una cifra por debajo de la media nacional (34,6% del estudio Aladino).
Este plan, que se pondrá en marcha en el curso escolar próximo tendrá como objetivo informar a las familias para que la obesidad sea poco a poco erradicada. El Plan, que diseña la Dirección General de Salud Pública, incidirá en la promoción de una alimentación "equilibrada", el ejercicio físico y en general en los hábitos saludables en la infancia contando con la implicación y colaboración de los centros educativos, los profesionales sanitarios y los ayuntamientos.
Elena Aguilar ( doctora en Nutrición, y vocal del Colegio Profesional de Dietistas-Nutricionistas de Madrid (CONDINMA y Nutricionista Senior en IMDEA Alimentación) recuerda que “la obesidad es una patología crónica, compleja y multifactorial en la que confluyen componentes genéticos y ambientales, tales como la alimentación y la actividad física. Aguilar hace hincapié en el terrible dato: Se considera la epidemia más grave de las sociedades desarrolladas, de ahí que la OMS considere necesaria la implementación de programas integrados en población infantil que prevengan las tasas actuales de sobrecarga ponderal en este estrato social”. En esa línea que indica la OMS nace la iniciativa del plan de la Comunidad de Madrid.
El problema (que muchos padres no ven y eso es parte del problema) es que el niño gordito que ahora les hace gracia puede entrar dentro de la estadística que estima que “la mitad de los niños obesos se convertirán en adultos con esta misma patología”, tal y como recuerda la experta nutricionista. La detección precoz en las etapas tempranas de la vida y un enfoque dietético y de patrón activo de ejercicio tendrán un efecto comprobado sobre la prevención del desarrollo de obesidad y ciertas comorbilidades asociadas (cardiovasculares, hipertensión diabetes...)-sostiene.
Crear hábitos: buenos alimentos y mucho movimiento
No es ningún secreto que los niños de la EGB comían mejor. En sus meriendas se incluían bocadillos y frutas y el boom de la comida precocinada no había llegado todavía a los hogares españoles que mantenían más puchero que comida de microondas.
Es totalmente necesario la creación de hábitos nutricionales y estilos de vida saludables desde la infancia. Para ello, es imprescindible el papel de la familia, explica Aguilar- especialmente la influencia materna según la evidencia científica, en la adquisición de patrones correctos de alimentación. Sin embargo –agrega- se ha visto que en ocasiones la percepción de los progenitores sobre el estado nutricional de sus hijos se infravalora, mientras que tienden a sobrevalorar el grado de actividad de los niños.
La cantidad de ocio pasivo, entendido como tiempo que emplean en actividades con pantallas (televisión, videoconsolas, ordenador, tablets...) es alarmante en comparación con el que invierten en ocio activo, por lo que se debería incidir en alcanzar las recomendaciones que se estiman en al menos 60 minutos de actividad física de intensidad moderada a vigorosa todos o la mayoría de los días de la semana. Asímismo, sostiene la doctora, el influjo del sueño sobre la sobrecarga ponderal se ha comprobado, es por ello que los más pequeños de casa deberían cumplir con las 11 horas diarias recomendadas (niños entre 5 y 9 años).
En cuanto a alimentación la doctora en nutrición cree que “uno de los problemas más habituales consiste en la insistencia de los padres hacia sus hijos por el consumo de todo tipo de alimentos, a pesar de que ellos no lo hagan. Diversos estudios observacionales muestran que las dietas de los escolares son excesivas en proteínas, grasas, especialmente saturadas, y azúcares sencillos, e insuficientes en hidratos de carbono y fibra alimentaria. Dentro de las pautas generales a seguir se encontrarían las de asegurar el consumo diario de fruta y vegetales, incorporar frutos secos, productos integrales y legumbres de manera habitual y limitar los refrescos, zumos comerciales, bollería, cereales de desayuno azucarados y galletería industrial”, concluye.
El consejero de Sanidad ha explicado que el plan tendrá un enfoque transversal y para la puesta en marcha del mismo se contactará con los agentes implicados, como el caso de la industria alimentaria. "Es importante crear la cultura de la alimentación sana en la familias desde que los niños nacen y es importante que los niños tomen conciencia de la alimentación sana", ha apuntado Ruiz Escudero
Adolescentes, también en el punto de mira
Con respecto a los adolescentes de 15 y 16 años, los informes de Salud Pública señalan que un 15,9 por ciento de los jóvenes indica en las encuestas (Sivfrent-J) que tiene sobrepeso u obesidad. El consejero ha asegurado que el objetivo es conseguir que la obesidad se "minimice"al máximo posible en la sociedad madrileña y que es fundamental controlar el proceso de alimentación en el entorno familiar y en los colegios. Por ello, expone que la "prevención"de enfermedades con hábitos saludables es "clave"y debe ser una labor "constante".
En el marco del futuro plan y en línea con las acciones que ya se llevan a cabo, la Consejería de Sanidad ha elaborado 50.000 folletos con recomendaciones en alimentación y hábitos de vida en población infantil en cinco etapas de la vida: lactantes (6-12 meses), preescolar (1 a 3 años), preescolar 2 (4-6 años), escolar (6-12) y adolescentes (12-15).
Estos materiales se entregarán próximamente a los padres y madres desde las consultas de Pediatría de los Centros de Salud y están disponibles en el apartado de alimentación infantil del área de sanidad de la web de la Comunidad.
Entre otras actuaciones que se llevan a cabo para fomentar una alimentación saludable entre los menores se encuentran los Desayunos Saludables, en los que participan anualmente más de 30.000 niños; el Servicio de Asesoramiento Nutricional del Menú Escolar, con 321 centros educativos adscritos; y el Aula de Salud Pública de la Dirección General de Salud Pública, que en sus diez años de funcionamiento ha recibido la visita de cerca de 33.000 alumnos de Educación Primaria de la región de entre 9 y 11 años (4º y 5º curso) con una media de 50 colegios cada año.
Según ha explicado la Consejería en un comunicado, el Aula de Salud Pública ofrece a los escolares de manera "didáctica y lúdica"actividades de promoción de los estilos de vida saludables y la seguridad en la infancia mediante talleres de Educación para la Salud.
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