Energías alternativas
Llega el frío, ¿está tu hogar preparado? Alternativas para calentar tu vivienda
Los avances tecnológicos han desarrollado todo tipo de sistemas de calefacción con base en el uso de distintas fuentes de energías.
Los avances tecnológicos han desarrollado todo tipo de sistemas de calefacción con base en el uso de distintas fuentes de energías. De esta forma, las alternativas de calefacción son cada vez más diversos, pudiendo encontrar soluciones específicas para cada necesidad. Tales como calderas de agua, estufas de parafina, calefacciones eléctricas, entre otras opciones.
Calefacción central
En este sentido, una de las principales diatribas que se puede encontrar se refiere al uso de calefacción central o individual. Otro aspecto importante es la fuente de energía, teniendo y el impacto ambiental y económico como premisas principales.
En España más de un millón y medio de hogares emplean calefacción centralizada, mientras más de tres millones cuentan con algún tipo de calefacción individual. En ambos casos, se hace uso de todo tipo de energía. Desde electricidad, gas natural, parafina, butano, hasta biomasa y energía solar.
El gas natural domina el mercado, siendo la energía elegida en un 40% de las viviendas españolas. Le sigue la energía eléctrica, bastante popular en comunidades con climas y temperaturas más amigables. Otros tipos de combustibles como las biomasas, la parafina y la luz solar se han impuesto como una alternativa viable en los últimos años.
Los sistemas de calefacción central hacen uso de calderas o estufas dentro del edificio a calentar o en lugares próximos a este. De esta forma, el calor se genera en la caldera y posteriormente es distribuido a la vivienda, a través de radiadores. El mercado de este tipo de calefacción ha desarrollado todo tipo de sistemas innovadores que permiten optimizar su funcionamiento y consumo.
Sin embargo, en general, la calefacción centralizada se compone de tres elementos. El generador de calor, generalmente se trata de una caldera o estufa. En segundo lugar, el sistema de regulación que mantiene niveles de temperatura agradables. Y finalmente, el sistema de emisión, conformado por tuberías, bombas y radiadores que distribuyen el calor en el espacio calefactado.
Indiscutiblemente la calefacción centralizada ofrece una larga lista de ventajas. Encabezando dicha lista se encuentra la posibilidad de que múltiples usuarios empleen la misma fuente de calor. Esto a su vez, conlleva a costes más bajos si se le compara con el pago generado por los sistemas individuales. Algunos estudios y expertos estipulan un ahorro del 20% en la factura cuando se trata de calefacciones centralizadas.
Calefacción eléctrica
Conocidos como acumuladores de calor, estos son aparatos en apariencia similares a un radiador. Su funcionamiento se basa en el calentamiento el uso de resistencias eléctricas. Estas transforman la electricidad en calor, que luego es almacenado piezas cerámicas dentro del acumulador. Así, el calor almacenado se va incorporando al ambiente poco a poco de acuerdo a las preferencias del usuario.
Las calefacciones eléctricas ofrecen un rendimiento máximo con un mantenimiento mínimo. Se pueden instalar en casi cualquier lugar del hogar, y no precisan obras. Además, su funcionamiento no consume oxígeno ni produce gases contaminantes que afecten la salud. Por otra parte, su mayor inconveniente es el elevado precio de adquisición, ya que suelen ser considerablemente más costosos que otras alternativas. Además, pueden requerir adecuaciones importantes en la instalación eléctrica de la casa.
Calefacción radiante
Consiste en un sistema de tuberías bajo el suelo por las cuales circula el agua caliente. Siendo su principal ventaja la aparente invisibilidad de su estructura. El calor se expande de forma rápida, natural y uniforme a lo largo de la vivienda. Además, no reseca el ambiente. Por otra parte, dado que el calor procede del suelo, este reduce o elimina las temperaturas excesivas en las paredes exteriores y los techos. De esta forma se alcanza un ahorro de energía de hasta un 30%.
En los meses de calor, es posible refrescar el ambiente haciendo circular agua fresca en vez de caliente a través de las mismas tuberías del sistema. Su principal desventaja es la necesidad de levantar el suelo de toda la casa tanto para su instalación como para la reparación de averías.
Calderas de gas natural
Se trata de uno de los sistemas más empleados. Emplea energía limpia, por tanto no contamina y es eficaz. La calefacción calienta las viviendas a través de radiadores de agua instalados en la casa. Además, puede emplearse tanto como sistema de calefacción como para la producción de agua caliente. Ofrece una temperatura homogénea en todas los espacios de la casa. Es además, una alternativa económica si se tiene acceso a una instalación de la red de gas natural.
Calderas y estufas de biomasa
Se trata de una interesante y cada vez más popular alternativa a las chimeneas tradicionales. En España, su uso resulta particularmente ventajoso gracias a la disponibilidad de pellets naturales tales como las cáscaras de almendra o los huesos de las aceitunas.
Esto le convierte en una de las opciones más económicas. Además, es respetuoso con el medio ambiente y no genera contaminación intradomiciliaria. Su instalación, si bien requiere de especialista, es sencilla y bastante económica.
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