Sexo
Los ronquidos de la pareja, ¿causa de divorcio?
La falta continuada de cumplir con un sueño adecuado a cada edad puede producir irritabilidad, alteración en el estado de ánimo, falta de atención, inquietud...
Sin embargo son muchas las causas que pueden hacer que no descansemos lo suficiente y una de ellas puede ser la de tener una pareja, que duerme a tu lado, y que ronca de tal manera que te despierta y no te deje volver a dormir ya que los sonidos son tal altos, que te lo impiden.
Dormir es fundamental para la salud, eso es algo que la ciencia ha demostrado. Sin embargo son muchas las causas que pueden hacer que no descansemos lo suficiente y una de ellas puede ser la de tener una pareja, que duerme a tu lado, y que ronca de tal manera que te despierta y no te deje volver a dormir ya que los sonidos son tal altos, que te lo impiden. La roncopatía crónica (así es como se llama roncar fuertemente y de manera constante durante la vigilia) es uno de los problemas más frecuentes entre los trastornos del sueño en la población adulta. El Instituto Europeo del Sueño recuerda que se puede tratar mediante distintas técnicas cada vez más avanzadas para acabar con ellos, aunque muchos de quienes lo sufren rehúsan un tratamiento para evitar esta perturbación de quien puede dormir cerca.
En efecto, aparte de lo que puede afectar a la salud y al correcto descanso de quien ronca, este elemento incide también en aquellas personas que descansan cerca, ya que impide su descanso y supone un verdadero lastre para la relación conyugal. Por ello, se ha convertido en una de las causas que más está creciendo en los procesos de separación y/o divorcio de parejas de todo el mundo, por verse incapaces de acabar con este problema.
¿Quién ronca más, hombres o mujeres?
Los ronquidos suelen estar presentes, principalmente, en los momentos de descanso de varones adultos, que doblan en estadísticas a los casos de población femenina. Suelen obedecer a causas de obstrucciones nasales, en la faringe o la laringe, que derivan en la posibilidad de una roncopatía simple, con una obstrucción parcial, o un síndrome de apnea del sueño que afecta al descenso de oxígeno en sangre.
Los posibles tratamientos para acabar con este problema van desde herramientas bucales que corrijan la posición de la mandíbula hasta técnicas quirúrgicas como una rinoplastia, la extirpación de las amígdalas, una corrección de las vías aéreas superiores o la reducción del tamaño del paladar y la garganta.
Consejos para reducir el impacto de los ronquidos
Antes de recurrir como última posibilidad el paso por el quirófano, se pueden tomar ciertos hábitos para reducir este problema:
-No dormir mirando hacia arriba, ya que es una postura que contribuye a la aparición e intensificación de la roncopatía
-Colocar un humidificador en el dormitorio para evitar la sequedad que inflama la mucosa de las vías aéreas
-Evitar el tabaco y el alcohol, productos nada positivos en la búsqueda de acabar con este problema
-No tomar fármacos para la relajación muscular, ya que pueden ser cruciales para empeorar el trastorno del sueño
-Descartar el padecimiento de alguna alergia ambiental o alimentaria que pueda generar inflamación o estrechamiento de las vías aéreas.
Consecuencias de no dormir lo suficiente:
Seamos adultos o niños, dormir es algo fundamental y la falta continuada del sueño puede desembocar en trastornos físicos y psicológicos, ya que mientras dormimos se produce la regeneración cerebral, tan necesaria para poder seguir “funcionando bien”.
Cuando estamos dormidos, muy al contrario de lo que se puede pensar, existe una gran cantidad de actividad cerebral, ya que es el momento en el que se liberan una serie de hormonas que ayudan a limpiarlo y a ponerlo “a punto” para el día siguiente.
Desde el punto de vista físico y sin ánimos de ser exhaustiva, porque este no es mi campo, la falta de sueño favorece la aparición de obesidad, diabetes y una menor talla, ya que la hormona del crecimiento se segrega en mayor cantidad en la primera hora después de haberse iniciado el sueño nocturno.
Por otra parte, un sueño reparador ayuda a que nuestro sistema inmunitario se fortalezca, de ahí, que cuando estamos enfermos, tendemos a dormir más.
Mientras dormimos, el cerebro elimina también residuos que se han ido produciendo durante la vigilia, entre ellos, según un estudio de la Universidad de Rochester, se elimina la proteína relacionada con la formación de placas del Alzheimer.
Desde el punto de vista psicológico también es muy importante dormir bien, tanto en cantidad como en calidad.
Según estudios de la Universidad de Pensilvania, es la mejor manera de almacenar una nueva información dentro de las horas siguientes al aprendizaje producido.
La falta continuada de cumplir con un sueño adecuado a cada edad puede producir irritabilidad, alteración en el estado de ánimo, falta de atención, inquietud...
Hay niños que cuando están muy cansados tienden a ponerse más activos y nerviosos, caprichosos y llorones, como les fallan los reflejos, es muy normal que se caigan con más frecuencia y tienen mucha menos tolerancia a la frustración, por lo que todo será para ellos un mundo.
A los adultos les ocurre casi lo mismo. Es muy normal que nosotros, cuando no hemos dormido bien, nos encontremos de mal humor y con menos “aguante”, lo que pasa es que en líneas generales, los adultos tenemos más autocontrol (o eso se supone), por lo que sobrellevaremos este cansancio con algo más de “dignidad”.
Un efecto colateral de no dormir bien, con todo lo que ello conlleva, es el fracaso escolar. Los niños, al tener la atención más dispersa y con más falta de concentración, se distraen, se aburren porque no entienden las explicaciones y por tanto, terminan no cumpliendo el currículum exigido.
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