El maullido de un gato puede resultar, en ocasiones, parecido al llanto del bebé. Todo depende de la intensidad del quejido felino o de la potencia con la que llore el niño. Con la ausencia de luz, tal vez, todo se iguale.

O eso, al menos, es lo que ha debido pensar un vecino de Burela (Lugo), que esta última noche avisaba a la Central de Emergencias para rescatar a un niño abandonado en medio de un zarzal en las proximidades de la avenida de Arcadio Pardiñas.

Una llamada que, como no podía ser de otra manera, movilizó inmediatamente el operativo correspondiente, alertándose a Urgencias Sanitarias de Galicia-061 de modo preventivo.

También se dio aviso al GES de Cervo y a la Guardia Civil. Todos ellos se acercaron a comprobar la situación, buscando al niño entre el zarzal, y descubrieron, en cambio, que los sonidos estaban siendo emitidos por un gato.

El operativo, por supuesto, sin mayores complicaciones, tal y como informan, también, desde el 12 Galicia.