Investigación científica

Alfredo Bataller: «Cambiar la alimentación me salvó la vida»

Propietario del SHA WELLNESS

Alfredo Bataller
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No hay mayor regalo que la salud. Ni el dinero, ni siquiera el amor, el bien intangible más preciado, se disfrutan sin ella. Bien lo sabe Alfredo Bataller, quien, después de 30 años padeciendo problemas digestivos serios y aún estando tratado por excelentes especialistas, no conseguía encontrar alguna solución definitiva que le permitiera disfrutar de la vida. Él iba parcheando sus días con distintos remedios hasta que llegó el susto de un diagnóstico preocupante: una proliferación de células malignas que irremediablemente derivarían en un cáncer de colon. Justo en ese instante, como caído del cielo, apareció alguien recomendando a un médico que ofrecía otro tipo de terapias alternativas. «Para mi sorpresa, en un mes se pudo resolver definitivamente un problema que en treinta años no había podido solucionar». Ese doctor, que hoy forma parte del equipo médico del Sha Wellness, probablemente el Spa médico más lujoso y reconocido del mundo, cambió la vida de Alfredo Bataller. Los médicos convencionales le recomendaron una biopsia de colon y el panorama era poco alentador; otro miembro de su familia ya había pasado por ese trance y el final no fue feliz. «Y de pronto alguien me propuso un cambio de alimentación y algunas otras indicaciones...,¡y la enfermedad se solucionó!».

Somos lo que comemos

El artífice del «milagro» fue el doctor Rubio, alumno aventajado de Michio Kushi, el famoso japonés que ha dedicado su vida al estudio de nutrición y salud. «El maestro nos ayudó a formar el primer equipo médico del Sha y nos enseñó que lo primero es la nutrición. En definitiva, somos lo que comemos. Nuestras células están en permanente proceso de renovación. Se nutren y se crean en base a los alimentos que consumimos. Y eso, a su vez, es la energía que usamos para todo, incluso para elaborar nuestros pensamientos y hasta nuestras emociones». Siempre se ha dicho que la dieta mediterránea es maravillosa y Alfredo Bataller no lo niega: «El problema es que que si hoy día le preguntas a las personas qué entienden por dieta mediterránea no vas a encontrar dos que opinen lo mismo. Yo he encontrado personas que comen carne a diario y dicen que hacen dieta mediterránea... En internet figura que no ha de llevar carne. El problema es qué contextualiza cada persona. Si la dieta mediterránea son cereales, principalmente arroz, si son legumbres, si son verduras y alguna que otra fruta, estamos hablando de algo maravilloso. Ahora, si la gente interpreta dieta mediterránea con lo que se come cerca del Mediterráneo, ahí la hemos fastidiado».

Está claro que Bataller, por muy argentino que sea (devoradores de carne por excelencia), no ve ya con buenos ojos el consumo de carne: «Hay infinidad de estudios científicos que demuestran la relación directa entre consumo de proteína animal y muchos problemas de salud que padece la humanidad». Aunque cuando habla de ese consumo de proteína, deja fuera el pescado, incluido dentro de la maravillosa dieta macrobiótica que se ofrece en el Sha y que vienen a probar de todas partes del mundo. «En nuestro concepto de la macrobiótica no se prohíbe nada. Pero hay que distanciar. Algunos alimentos se pueden comer muy de vez en cuando. No es que seamos radicales y digamos «nunca jamás» a la carne. Hay gente que lo hace y demuestra que es muy efectivo para la salud, pero no es nuestro caso. Si un día me toca comer carne en un banquete , no pasa nada. Ahora, no se debe comer con frecuencia».

Uno puede regular su dieta, incluso distanciar ciertos alimentos en la misma, pero la que ofrece el Sha Wellnes es otra cosa. Además de exquisita, porque es una cocina macrobiótica interpretada por grandes cocineros que atrae incluso a gente que no se queda en el spa y que sólo acude para cenar o comer allí, no todos los productos que incorpora son fáciles de encontrar. «Es verdad que hay quien después de pasar un tiempo en el Sha Wellness tiene cierto miedo a reincorporarse a la realidad. Sin embargo, no hace falta seguir siempre nuestra dieta, basta con mantener las recomendaciones de restringir ciertos alimentos, como la leche, el azúcar o la carne. Lo que sí se consigue en el Sha Wellnes, después de una semana, es, además de perder esos cuatro kilos que sobran, sentir que se ha depurado el organismo, notarse más ágil, renovado y llevarse muchísimas enseñanzas que van a resultar útiles... Porque la pérdida de peso no es nuestro objetivo numero uno, pero sí es cierto que cuando te reequilibras, los kilos de más desaparecen».

Hablamos de los tratamientos del Sha Wellnes, del lugar privilegiado en el que se encuentra ubicado (una montaña sobre la bahía de Altea donde los Bataller tenían una casa familiar), de los mil y un tés personalizados, de la amabilidad del batallón que atiende a los clientes y de lo más importante para la filosofía del Sha: potenciar la capacidad auto curativa del organismo. «Para conseguirla es fundamental la nutrición, porque es nuestra relación más íntima y directa con el medio ambiente. También todo lo que sea potenciar nuestro sistema inmunológico, nuestro sistema depurativo, el drenaje linfático, hidrocolonoterapia para mantener el colon en perfectas condiciones, terapias orientales como acupuntura, la moxibustión para mejorar los canales energéticos y que circule mejor la energía... Todo eso, ojo, combinado con lo más avanzado de la medicina científica occidental o alopática, que desde hace poco también está muy interesada en esta fase. Hay que tener en cuenta el sentido holístico de la salud, en el que importa el todo, que no es lo mismo que la suma de las partes. Existen estudios según los cuales hay analíticas modernas y tratamientos que hacen que el organismo pueda funcionar mucho mejor y se pueda ralentizar el proceso de envejecimiento. O sea, no se trata sólo de optimizar nuestra salud, sino también de tomar las medidas adecuadas para ralentizar el proceso de envejecimiento».

Le pregunto si, además de su propia experiencia «milagrosa», ha vivido la de otras personas. «Muchas. Pero no te puedo dar nombres. A un señor lo mandó su propio cirujano cardiovascular, que ya no podía hacer más por él, sabiendo que el hombre corría un peligro importante: Llegó con las constantes vitales alteradas y tomando 14 medicamentos diferentes. En dos semanas aprendió muchísimo de nutrición y, cuando se fue, se había retirado 13 medicinas. Al cabo de unos meses, cuando volvió a visitarnos no lo reconocí: paso de ser un hombre con sobrepeso y aspecto poco saludable a alguien atlético... Personas con fibromialgias, con migrañas... Muchas han cambiado su vida después de venir al Sha. No es que los conocimientos sean exclusivamente nuestros, pero creo que los estamos aplicando correctamente y con un buen resultado. Es una alternativa más, aunque importante, diferente y, en muchos casos, superior a las convencionales».

Personal e intransferible

Bataller vive dedicado en cuerpo y alma al Sha Wellness, donde ha encontrado salud, equilibrio y un negocio rentable que visitan caras muy conocidas (desde Naomi Campbell hasta la jequesa de Qatar, pasando por Alejandro Sanz, Elsa Pataky o Ferrán Adriá). Casado, con tres hijos y orgulloso de su esposa, a quien se llevaría a una isla desierta, hace mucho que cambió de gustos gastronómicos: si antes disfrutaba de la carne casi a diario, «ahora me encanta un buen arroz, preferiblemente integral, que se puede hacer exquisito». Confiesa que dedica demasiado tiempo al trabajo «y no consigo tener más tiempo para temas espirituales y para escribir sobre lo que he aprendido, que puede ayudar a muchas personas a mejorar su calidad de vida». En el Sha lo hacen, pero como barato no es y no está al alcance de todos, muchos esperamos esos libros para poder compartir su conocimiento.