Jesús María Amilibia

Alicia Giménez Bartlett: «Ahora que lo dice, soy un buen partido»

Alicia Giménez Bartlett: «Ahora que lo dice, soy un buen partido»
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–«Nadie quiere saber». ¿Qué es lo que nadie quiere saber en esta vida?

–Cómo es su interior. Casi nadie quiere conocerse a sí mismo.

–Y no sé si la gente quiere saber la verdad...

–Si ataca a sus sueños o se enfrenta a sus demonios, no.

–¿Qué le gustaría saber? ¿De dónde venimos o adónde vamos?

–Algo más sencillo: qué hay detrás de las noticias que nos sirven.

–Decía Santayana que la sabiduría llega con las desilusiones...

–Entonces España rebosaría de sabios. No, la sabiduría llega con la edad.

–Su inspectora, Petra Delicado, es valiente, irónica, desobediente, borde... ¿Se le parece?

–Yo no soy casi nada de todo eso. Sólo tenemos en común la ironía.

–Dice que ella, Petra, liga más que usted...

–Claro, es más joven y atractiva.

–Usted ha vendido 1,5 millones de libros en 10 países...

–Pues ahora que lo dice, soy un buen partido. Pero tengo 61 años.

–El subinspector que trabaja con Petra se llama Garzón. ¿Va por Baltasar?

–No, bauticé a mi personaje antes de que el juez saltara a la fama. Necesitaba un apellido contundente, sonoro, y Garzón me lo pareció.

–Dice su inspectora: «El amor es un desastre».

–Un desastre que tenemos que asumir y un riesgo que hemos de correr. Hay gente que no echa de menos el sexo, pero sí el amor.

–«Toda familia es un nido de víboras por definición», opina Petra.

–En toda familia endogámica el aire se vicia.

–Y avisa: «Hay que tener cuidado con la culpa». Aquí nadie es culpable...

–La clase política. Es una palabra maldita.

–«Sólo parece existir lugar para la pura basura o el mayor lujo»...

–Ahondando en por qué el lujo está en auge, podríamos encontrar alguna explicación de la crisis.

–A Petra le gusta Shakespeare: «Todo está en Shakespeare, subinspector...»

–Para mí es una mina. Cuando sea mayor quiero ser Shakespeare.

–La corrupción va a estar en muchas novelas negras este año.

–Siempre. Todos somos un poco corruptos. Quien esté libre de pecado, que tire la primera piedra.

–Que la tire, pero no creo que llegue a Suiza...