Andrea, el «toyboy» que controla a Gina Lollobrigida

A bordo de un Ferrari, confidentes, sentados frente al río Hudson, bromeando e, incluso, alardeando de su complicidad públicamente.

A bordo de un Ferrari, confidentes, sentados frente al río Hudson, bromeando e, incluso, alardeando de su complicidad públicamente. Así se muestra la mítica Gina Lollobrigida junto a Andrea Piazzolla. Pero, ¿quién es este joven que parece haberle robado el sentido a la actriz? «Desde hace dos años es su secretario y representante, y, de ahecho, en estos momentos es la única persona que está a su lado, porque ha conseguido separarla de su familia y seres queridos», explica a LA RAZÓN Teresa Bueyes, representante de Lollobrigida y su marido, Javier Rigau. Comenzó como «chico de los recados» y en poco tiempo se ha convertido en su nuevo secretario/mánager y hombre de confianza, apartando de la vida de la actriz a su hijo, Milko, a la mujer de éste, a su nieto y a su abogada, con quienes ha ido perdiendo relación poco a poco, y, ahora, también con su marido. El jurista catalán experimenta incredulidad, indignación, rabia e impotencia ante esta situación y por las declaraciones de la diva del cine italiano realizadas a comienzos de esta semana, cuando le acusó de haber orquestado su matrimonio hace un par de años sin ser consciente de ello. «Podría haber sido estafada por Javier, una persona infame que podría haberse casado conmigo con el objetivo de heredar mis bienes tras mi muerte. Quiero esclarecer este asunto», confesó al mismo tiempo que anunciaba su decisión de emprender acciones judiciales contra Rigau.

Ya hay quien apunta a Piazzolla como el único responsable de este radical cambio de actitud de la protagonista de «Salomón y la reina de Saba». «De hecho, vamos a redactar una carta y ponerla en conocimiento de la Fiscalía italiana comunicando nuestra preocupación por Gina. Queremos asegurarnos de que está bien», asegura Bueyes.

Según el entorno del empresario, que no sospechaba la tormenta que se avecinaba, Rigau disfrutó el pasado fin de semana en compañía de la actriz, un comportamiento, por lo tanto, incomprensible en una mujer de ochenta y cinco años, que se supone está en pleno uso de sus facultades. Además, el abogado asegura que sigue manteniendo una relación cordial y fluida con la familia de su mujer, a quien, por tener que atender de cerca sus negocios en la Ciudad Condal, suele visitar en el país italiano dos veces al mes. Una frecuencia mucho menor con la que Andrea ve a la artista. Se les vio juntos en el estreno de «Mamma Mía» en Nueva York y en un vídeo de Youtube donde aparecen los dos sentados en una actitud desenfadada palpándose la buena sintonía que tienen. ¿Será Andrea el nuevo «toyboy» de Lollobrigida? Papeletas tiene: atractivo, 60 años menor que ella y dispuesto a todo por permanecer a su lado. Eso sí, ¿firmaría como ya hizo en su momento Rigau un contrato renunciando a la herencia de la diva? Todavía no se ha escrito el final de la película.