Moda
Chanel: el minimalismo después de Lagerfeld
Minimalista e intelectual, el Grand Palais de París acoge la primera colección de alta costura de Virginie Viard, mano derecha del Káiser durante tres décadas
Minimalista e intelectual, el Grand Palais de París acoge la primera colección de alta costura de Virginie Viard, mano derecha del Káiser durante tres décadas.
El Grand Palais de París se convirtió ayer en una enorme biblioteca de altas estanterías, igual que la que Karl Lagerfeld poseía en su casa. Virginie Viard presentó su primer desfile como diseñadora creativa de la «maison» Chanel tras el fallecimiento del Káiser el 19 de febrero. Primero diseñado íntegramente por ella y sin completar líneas previas ya esbozadas por el maestro. Una colección de alta costura, otoño-invierno, que mantiene el espíritu minimalista de la marca. La colección de Viard, mano derecha del diseñador alemán durante las últimas tres décadas, arrancó con abrigos de corte recto en «tweed», el tejido que Coco Chanel impuso en sus trajes y que el Káiser retomó pero más ajustados y cortos. El icónico tejido vuelve a interpretarse de modo poco convencional, en esta ocasión con patrones voluminosos que ponen especial énfasis en realzar los hombros. Además, apuesta por los vestidos largos, muy fluidos, con caída y guiños románticos a través de volantes y drapeados. Patrones clásicos y sobrios que evitan sobre todo los excesos. También hubo vestidos de corte mini, en naranja y magenta, únicos colores de la colección amén de algunos conjuntos en lentejuelas que simulaban pequeñas flores. El resto de la paleta cromática se completó con blancos, negros y azules. Las siluetas se vuelven alargadas y ligeras, pero ajustadas con chaquetas de cinturas marcadas acompañadas con amplios pantalones tipo palazzo y los vestidos de noche, tipo columna, lucían sin abalorios pero con distintos escotes: palabra de honor, cerrados a media espalda con botones, con escote barco o «halter» para marcar los hombros femeninos.
Sin accesorios
Lo más más barroco de la colección fueron unos mocasines blancos con punta negra y un gran lazo del mismo color a modo de pajarita en el empeine. En general, zapatos planos y en tonos neutros. Apenas se pudieron ver accesorios, salvo algún pendiente largo. Las modelos estaban únicamente tocadas por una simple coleta baja y gafas con montura de metal que recordaban a las de las institutrices. Ni vimos un bolso insignia de la casa. Viard salió a saludar desde la barandilla, con pantalones estampados en púrpura y reflejos dorados y una camiseta negra de manga corta. Sonriente pero discreta en su nuevo papel de diseñadora única.
Sobre la pasarela no faltó Kaia Gerber, hija de Cindy Crawford y una de las musas de Lagerfeld. Y en el «front row» también incondicionales de la marca, como Margot Robbie, vestida en tonos neutros y de blazer. La actriz no quiso perderse este desfile y lo hizo vestida con unos pitillos en tono neutro. Asimismo ocuparon la primera fila Isabelle Huppert, Vanessa Paradis, Marion Cotillard e Inès de la Fressange.
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