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La puerta que unía a Don Juan Carlos y Bárbara Rey que hubo que tapiar

Algunos de sus supuestos encuentros eran el chalé de la actriz, que conectaba con las inmediaciones de El Pardo

Por qué lo hicimos
Por qué lo hicimosarchivo

Siempre fue un secreto a voces, un rumor no confirmado, pero dado por todos como cierto. Los supuestos encuentros entre Bárbara Rey y el que fuera jefe de Estado, don Juan Carlos I, alimentaron elucubraciones y habladurías que, durante mucho tiempo, fueron silenciadas por unos medios de comunicación que todavía respetaban la solemnidad de la Corona. Con el paso del tiempo, el murmullo se hizo cada vez más grande, hasta que se volvió imposible de parar y llegó a oídos de la opinión pública. Lo que pocos conocen son las condiciones en las que se producían esas hipotéticas reuniones entre una de las actrices de la época del destape y el padre del Rey Felipe VI.

Algunas tenían lugar en una de las propiedades con las que contaba Bárbara Rey en su época de máximo esplendor. Se trataba de su chalé de Boadilla del Monte, una imponente vivienda de 474 metros cuadrados rodeados de otros 687 de parcela, distribuida en tres plantas con seis habitaciones, seis baños, varias terrazas, jardines con jacuzzi y piscina, bodega, gimnasio y otras instalaciones que harían las delicias de todos los amantes.

Casa de Bárbara Rey
Casa de Bárbara ReyGilmarLa Razón

Acuciada por las deudas y demás problemas económicos, Bárbara Rey se vio obligada a poner a la venta el chalé en el año 2019, con un precio de salida de 690.000 euros. Teniendo en cuenta las excelentes prestaciones con las que contaba la vivienda, no le costó encontrar un comprador rápidamente, pero los nuevos inquilinos debían aceptar una importante condición impuesta desde Casa Real antes de formalizar la operación, tal y como este periódico ha podido conocer en exclusiva. La casa albergaba una puerta trasera que conectaba directamente con las inmediaciones de El Pardo, la zona donde se encuentra el Palacio de la Zarzuela, por la que Juan Carlos I accedía a la propiedad para encontrarse con la vedette asegurando siempre la máxima discreción. Cuando María García García, el verdadero nombre de la actriz, puso en venta la casa, los altos mandos de la Corona exigieron a los interesados tapiar esa entrada después de adquirir el domicilio, eliminando así todo rastro de aquellas supuestas reuniones. Se trata de la misma vivienda en la que, finalizada la relación entre don Juan Carlos y Bárbara Rey, esta denunció el robo de varios documentos que podrían dañar la imagen de «altas personalidades del Estado», el preludio de la disparatada situación en la que hoy se encuentra la popular exvedette murciana.

De los platós al Senado

«No sabéis en manos de quiénes estamos», decía una enfadada Bárbara Rey tras denunciar el robo de los documentos en su casa, señalando, sin nombrar directamente a nadie, a importantes figuras nacionales que la habrían amenazado, a ella y a su familia, para que guardara el secreto de su supuesta relación con Don Juan Carlos. La actriz se refería a «carretes fotográficos y cintas de vídeo» que podrían ser «comprometedoras para ambos» y durante años defendió su versión en diferentes medios de comunicación y platós de televisión. Incluso aseguró que el antiguo CSID –ahora CNI– le pagó supuestamente importantes cantidades de dinero público a cambio de su silencio.

Estas acusaciones sin fundamento han alcanzado ahora la calidad de indicios, después de que en el Senado se tramitara la comparecencia de Bárbara Rey en la Cámara Alta para explicar «la veracidad de las informaciones publicadas según las cuales supuestamente recibió, por parte de personas del entonces CESID, u otros altos estamentos del Estado, ingentes cantidades de dinero público de fondos reservados y posibles prebendas como la contratación por parte de una televisión autonómica, para que no hiciese públicas sus supuestas relaciones con supuestos altos cargos del Estado», tal y como se puede leer en la solicitud de Compromís.

Que Juan Carlos I se quede donde está
Que Juan Carlos I se quede donde estáUSGGTRES

Aunque en un principio se dio por hecho que la Mesa de la Comisión de Interior del Senado había aceptado la comparecencia de la vedette, más tarde fue el propio Carles Mulet –el dirigente de Compromís que firmó la petición– quien negó que así fuera. Recientemente se ha confirmado que lo más probable es que la comparecencia de Bárbara Rey se acabe desestimando. La polémica renace en unas fechas en las que parece cercano el regreso de Don Juan Carlos.