Entrevista
Lali Espósito: “Somos muy jóvenes para hablar de libertad”
Cantante, actriz y, ahora, colaboradora. Lali Espósito estrena sección propia en «El Hormiguero», donde ejercerá como consejera ante las cuestiones que envíen los telespectadores.
Lali Espósito es una de las artistas argentinas más internacionales de su país. Se ha convertido en un referente para sus once millones de seguidores en Instagram y cuenta con cuatro de oyentes mensuales en Spotify. Hablamos con ella de música, política y amor.
¿Se aplica los consejos que da?
Trato de ser consecuente con lo que digo y lo que hago. Tengo mis bajones, mis aciertos y mis sentires. A mí me gusta mucho hablar de los temas con mis amigos y trato de ser lo menos hipócrita posible, aunque a veces lo sea.
¿Cuál ha sido el peor consejo que ha dado?
No recuerdo concretamente un consejo malo, pero lo que sí he descubierto de los consejos es que importa un carajo lo que vos le digas a esa persona, porque esa persona va a hacer lo que siente, así se esté equivocando… A mí me ha pasado también. La vida se trata de eso, de ir para adelante con lo que uno siente y si te equivocaste, es parte del aprendizaje y va en nuestra naturaleza. Creo que es lo mejor. Prefiero hacer que no hacer.
En «3 son 2» habla de poliamor. Parece un tema recurrente en su trayectoria artística. ¿Se inspira en su propia vida?
Escribo canciones así porque son temas que me interesan a mí, como joven de 30 años, y mi trabajo me permite poner sobre la mesa temas que me parecen importantes para toda una generación. Trato de guiarme mucho por las experiencias personales, pero también de mis amigos. Ellos me cuentan cosas que viven. No todo en mi música es autorreferencial, pero sí hay mucho de mí en «Disciplina», el disco que pronto verá luz. Hablo de un mundo sexo-afectivo que toca mi mundo real, pero también toca a mis amigos y conocidos. Son temas que están en la sociedad y alguien los tiene que poner en el mundo mainstream. Me interesa mucho modernizar cómo hablamos de amor.
¿Cree que el ser humano será libre algún día en lo que respecta a sus relaciones afectivas?
El hombre nunca será libre porque tiene su conciencia, y esa es la mayor cárcel que tenemos para muchas cosas, ¿viste? Es como la felicidad, creo que son momentos o sensaciones, decisiones que te llevan a pequeños momentos en los que te sientes feliz o libre. La búsqueda no es la utopía de la felicidad o la libertad absoluta, la búsqueda es transitar un camino con más momentos de felicidad y libertad posibles, porque es la más tangible y real.
En su canción «N5» habla de una noche de pasión con una mujer y generó cierta controversia cuando reveló que se la dedicaba a Lola Índigo, ¿por qué?
Porque todavía estamos en un espacio de deconstrucción y son muchos más años de un adoctrinamiento religioso. Somos muy jóvenes para hablar de libertad, y, partiendo de esa base, todo genera polémica, todo sorprende, pero eso no tiene que frenar el crecimiento social, sino generar conversación. También se trata de que otra parte de la población se sienta representada, la música es compartida. Yo no solo hago canciones por mí, sino por un público que tiene una canción que le representa y al que a mí me interesa llegar.
Canta, actúa, colabora en TV… ¿Qué le queda por hacer?
Llevo muchos meses intentando remodelar mi casa, pero no me acompañan los tiempos… Tengo proyectos parados, pero ya llegará. Soy de proyectos a corto plazo, intento estar en el presente y no abrumarme por el futuro.
Sus fans la consideran una embajadora de Argentina en España. ¿Cómo se lleva en la distancia lo que está ocurriendo en su país?
Mal, con tristeza. Desde que se intentó asesinar a la expresidenta se ha hablado de qué nos pasa a los argentinos en el transcurso de los últimos años, y cómo hemos naturalizado lo que se llama «grieta» en mi país, ¿viste? Una grieta política, y esa palabra espantosa se ha ido naturalizando en el vocabulario cotidiano, en vez de la palabra «respeto», por ejemplo. Tenemos una democracia que nos ha costado mucho alcanzar, y nos hemos olvidado muy rápido de cómo hemos llegado a ella. Seguimos dividiendo y demostrando odio cuando la decisión del pueblo no es la que a un sector le hubiera gustado, pero justo eso es la democracia. En Argentina hemos pasado por todo, tenemos un nivel de corrupción abrumador, y en medio de todo, como siempre, es la gente la que sufre. Es un espanto.
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