Kate Moss, el relevo de la diosa

Lleva más de 25 años en las portadas de revista, las marquesinas de autobuses, en cuadros, esculturas y pasarelas, y se ha convertido en una de las caras más reconocibles del mundo de la moda llegando a superar incluso a la mítica Twiggy. Hemos podido ver a lo largo de estos años todas las versiones posibles de Kate Moss: la dipsómana, la «grunge», la rebelde, la drogadicta, la madre, y la modelo. La pequeña niña de Croydon cumple hoy 40 años rodeada de sus amigos y de sus fastos preferidos tras conseguir afianzar una vida llena de baches que no han conseguido sacarla de la iconografía de la moda. Su posible relevo podría llegar de la mano de su propia hermana, Charlotte (Lotti), que con 16 años ya posee su primer posado para una agencia.

En 1988, la cofundadora de Storm Models, Sarah Doukas, descubrió en el aeropuerto JFK a una joven Kate Moss de 14. Inmediatamente firmó su primer contrato y comenzó a posar. Hija de una camarera y agente de viajes, esta joven que lloró antes de su primer desnudo encerrada en un baño se vio inmersa en un mundo de bellezas más clásicas, modelos con piernas muy largas y el pelo largo y se ganó el título de «antimodelo». «Era la época de Claudia Schiffer y Naomi Campbell, mujeres que, la que menos, rozaba el 1.80 de altura, y esto distaba mucho de la imagen que ella transmite. Fue una sorpresa que fuera tan solicitada, la querían para todo, aunque siempre pensé que tenía un perfil más del mundo de la publicidad. Pero entiendo que la explicación es que es fotogénica y muy carismática, y marcó el comienzo de otra época en la moda. Es muy menuda, con una piel muy blanca y aspecto frágil», explica la modelo y empresaria Raquel Revuelta. Tras el impacto de su llegada vinieron los contratos con las grandes marcas: Calvin Klein, Rimmel, Roberto Cavalli, Stella McCartney, Agent Provocateur, Burberry, Longchamp, Bulgari, Chanel, YSL y Dior, entre otras. Pero durante todo ese tiempo no ha estado exenta de polémicas relacionadas con sus hábitos. «Eso no la ha perjudicado. Desde luego hubo una crisis en su vida en la que se desvelaron los aspectos más oscuros de su personalidad. En ese momento hubo motivos para pensar que era el principio del fin, pero no fue así», matiza Revuelta.

Más bajita

Tampoco sus acompañantes le facilitaron la existencia. Si hace 15 años se le auguraba un largo romance con el actor Johnny Deep, luego tuvo una relación sentimental con Jefferson Hack –con quien tuvo a su hija, Lila Grace–, y el problemático Pete Doherty, hasta llegar a su actual marido, el músico Jamie Hine, con quien contrajo matrimonio en 2011. Fue precisamente en el enlace donde Sarah Doukas de Storm se fijó en la hermana de Kate, Lotti, que por entonces tenía 13 años, y esperó. Ahora, a sus 16, la hermana pequeña de Moss se abre su propio camino en el mundo de la moda y ya se puede ver su primer posado y las comparaciones son inevitables. Lotti mide ocho centímetros menos que su hermana y poseen la misma cintura; sin embargo, es de cadera más estrecha, al igual que su pecho, que es una 85C frente a la de Kate, 90B. A pesar de que los teóricos han podido atisbar un futuro en ella, un portavoz de la agencia se apresuró a aclarar que Lotti, a pesar del revuelo, «seguirá centrada en sus exámenes».

Para celebrar su cumpleaños, la modelo le ha pedido prestada al magnate Richard Branson su isla caribeña, Necker Island, para organizar una fiesta que podría ser más íntima que en años anteriores, ya que a Moss le apetecía hacerla alejada de Londres y de los paparazzi. Todo esto no quiere decir que la celebración no sea por todo lo alto. Y ciertamente tiene mucho que celebrar porque está en un buen momento. Según Raquel Revuelta, «me parece genial porque la carrera en la moda era relativamente corta. Afortunadamente las cosas van cambiando y ahora a los clientes potenciales nos gusta identificarnos con la modelo, en este caso, una mujer de 40 años. Me encanta porque se tiende a ''engañar'' menos y damos más oportunidad de que las modelos de esa edad sigan su carrera». Antes de su aniversario, Kate posó para la portada de «Playboy» vestida de conejita, ha retomado su línea de ropa en «Topshop», colabora con la revista «Vogue», ha recibido un premio de la industria de la moda británica por su influencia dentro y fuera del sector, y, según la revista «Forbes», el año pasado tuvo unos ingresos de 4 millones de euros. A pesar de los rumores no parece que se la pueda dar por desaparecida o fuera de juego.