Museo del Prado
El pincel que envejeció a la princesa
El pintor Paul Emsley no ha estado muy acertado con la fisonomía de Kate Middleton.
El fondo oscuro en el que se dibuja el rostro hace un flaco favor a la imagen de la princesa, a la que ha vestido en un tono azul que resulta muy poco favorecedor. He aquí algunas de las claves del cuadro que ha armado tanto revuelo.
ROSTRO El hecho de priorizar el lado derecho de la cara le confiere una sensación más fría y distante.
ARRUGAS Las trazadas en las mejillas, aunque reales, no tienen la misma forma. Kate posee líneas de expresión verticales, mientras que en el retrato aparecen más horizontales.
OJOS Son inexpresivos. Esta sensación se produce porque su tamaño es menor en el retrato que en la realidad. Al haberle dibujado una zona blanca debajo del iris, la sensación que produce es de cansancio porque la musculatura del ojo desciende y permite ver la parte inferior del globo ocular.
NARIZ Quizá lo que ha plasmado con mayor exactitud. No es ésta, seguro, la obra maestra del artista.
SONRISA Es sólo un esbozo en el retrato, algo que dista de la realidad. La de Kate suele ser amplia, natural y muy expresiva, pero la del retrato es contenida. Además,desciende levemente en la comisura, lo que le resta naturalidad.
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