Jugando a provocar

Resulta difícil, y a la vez estimulante, intentar desentrañar el porqué «estético» de alguien que ha experimentado durante años el fatal papel de no ser bienvenido. Jorge Vestrynge es experto en «dar bandazos» tanto en su vida profesional como en su imagen personal. ¿Veredicto? Una credibilidad bastante cuestionable que se refleja, como es obvio, en la imagen que proyecta. Y en la actualidad no es otra que jugar al disfraz, a hacerse con estilismos de quien parece vivir en un permanente estado de guerra y tensión. Porque quien otrora fue discípulo de Manuel Fraga hoy viste de caqui, se disfraza de corresponsal de guerra y planta cara a la Policía al tiempo que colabora en debates televisivos de dudoso nivel. No convence como ex político, y tampoco convence su «disfraz». Enfrentarse a un «look» de Vestrynge resulta más cómico que respetable, y eso, como bien sabemos, no es deseable en alguien que pretende generar opinión. Sólo consigue agitarla.

l Por dentro y por fuera

Cuando a un estilismo «safari» va acompañado de un rostro con permanente rictus de tensión, cabreo y/o preocupación, el resultado es una imagen que sólo provoca en quien lo observa más tensión e incomodidad.

l Su estilo

Imposible definirlo, pues resulta tan inestable, forzado y errático como su propia carrera política. No hay duda de que ahora está más cerca de los pantalones multiaventura, la camisa multibosillos y las botas todoterreno que de la americana y el pantalón de pinzas.

l Mi consejo

Si su juego ahora es el apoyo a los más desfavorecidos, debería «darlo todo» y con todas las consecuencias. Nada de zapatos «de caballero», ni de gafitas de intelectual. Que se anime a lucir aires de Coronel Tapioca hasta el final. Aunque ya sea demasiado tarde para resultar creíble.

Gestos delatores; por Valvanuz Sánchez de Amoraga

Se siente inteligente

Utiliza mucho su lenguaje no verbal porque lo domina, sabe y le agrada hablar en público. Se siente cómodo delante de las cámaras y lo demuestra retumbándose en los diferentes asientos que ocupa. Intenta mostrar una imagen de seguridad en sí mismo. En exceso, porque invade el espacio del otro interlocutor, entrando en su área personal, lo que no es adecuado. Cuando se siente nervioso, tiende a coger el vaso y beber, consigue tiempo para pensar la respuesta.

También refleja incomodidad cuando se toca la nariz o cuando entorna los labios con una sonrisa irónica, o se rasca la oreja. Se siente a gusto consigo mismo, porque tiene mucha tendencia a autoacariciarse en la nuca o en la frente. Se siente una persona inteligente. Le agrada dominar las situaciones, no sólo porque muestra la parte derecha de su rostro en las intervenciones, sino también porque marca los tiempos; es él quien lleva la entrevista en general.

Necesita mejorar; por Marta Boira

Acusados problemas de flacidez

Debido a los años y a la inevitable fuerza de la gravedad, los tejidos del rostro y el cuello, es decir, del tercio medio e inferior, caen y se vuelven flácidos. Cuando esto es muy notable, como en el caso de Jorge Verstrynge, el óvalo se desdibuja y el cuello aparece como un delator de años implacable. El Dr. Juárez (www.doctorangeljuarez.com ) lleva a cabo un «lifting» de esta zona con los vanguardistas HILOS SPRING THREAD, que proporcionan magníficos resultados en la tersura y firmeza del rostro. La técnica más utilizada es la denominada Easylift, que fija los hilos (introducidos mediante pequeñísimas incisiones) a través de nudos con suturas convencionales suaves. El número de hilos implantados varía dependiendo de las indicaciones del especialista, las necesidades del paciente y las áreas a tratar en la cara y cuello. Con este tratamiento recuperaría juventud y el contorno facial.

Me llama la atención el poco cuidado de su dentadura. Le recomiendo una higiene dental cuanto antes, así como un tratamiento blanqueador. Ganaría muchísimo en su aspecto. Como solución rápida se puede comprar el pincel blanqueador « ToGo», que contiene gel blanqueador con peróxido de hidrógeno al 6%).