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Lapo Elkann, la traumática confesión de un «playboy»

La Razón
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«Desde que cumplí 13 años viví cosas dolorosas que después me provocaron grandes dificultades en la vida. Cosas que me ocurrieron a mí y a otros muchachos. Hablo de abusos físicos. Sexuales. Me ha pasado, los sufrí. Otras personas que vivieron situaciones similares no fueron capaces de afrontarlas. Mi mejor amigo, que estaba en el colegio conmigo durante casi 10 años y vivió lo mismo que yo, se quitó la vida hace año y medio. No he hablado nunca de ello pero ahora quiero que esta historia le resulte útil a alguien. Estoy pensando en una fundación. Quiero ayudar a quien ha pasado por lo mismo que yo. Hablar está bien, pero haciendo algo útil, positivo».

Es la confesión de Lapo Elkann, nieto de Giovanni «Gianni» Agnelli, el histórico patrón de Fiat, y «enfant terrible» de la dinastía que más se acerca a una familia real en Italia. En una entrevista publicada ayer por el diario «Il Fatto Quotidiano», Lapo cuenta la terrible experiencia de su primera juventud, un pasaje hasta ahora desconocido de su vida. El segundo hijo del escritor francés Alain Elkann y de Margherita Agnelli, cuyo hermano mayor, John, es el presidente de la corporación Exor, que controla Fiat, Alfa Romeo, Lancia y Maserati, entre otras empresas, cuenta que vivió este calvario en un colegio de los jesuitas.

Un colegio diferente

A diferencia de John y de su hermana menor, Ginevra, que se dedica al mundo de la cultura y es la presidenta de la pinacoteca familiar, Lapo no fue a un instituto público porque sus padres pensaron que estaría mejor atendido en un centro privado, debido a la dislexia que sufría entonces. «Sólo me gustaban la lengua y la historia. Era mucho mejor hablando que escribiendo», cuenta el nieto de «Il Avvocato», quien dice que vivió «como un castigo» el hecho de que le mandaran a una escuela diferente a la de sus hermanos.

«Tú puedes ser una persona extrovertida y positiva, pero ciertas cosas consiguen meterte dentro el mal. Pero yo no me considero una víctima, las víctimas son otros», sostiene. Las abusos sufridos durante aquellos años asegura haberlos superado por medio de un «enorme trabajo sobre mí mismo» y «viendo cosas que no quería ver». Lapo, creador de la firma de accesorios especializada en gafas Italia Independent, cuenta que tuvo que «ser sincero» consigo mismo y llevar a cabo una introspección, acelerada por el suicidio de su mejor amigo. En esa situación «te haces preguntas: ¿podría haber hecho algo?». Según confiesa, también se sintió así cuando murió su tío Edoardo, quien se quitó la vida en el año 2000 tirándose por un puente.

Aquel suicidio fue uno de los últimos golpes para «Il Avvocato» en el difícil final de su vida, que estuvo marcado por las continuas tragedias familiares, que acabaron dificultando su sucesión. En 1997 murió a los 33 años su delfín, su sobrino Giovanni Alberto, por un cáncer, la enfermedad que también acabaría llevándose al patriarca de los Agnelli. Luego vendría el suicidio de Edoardo, una persona «especial, atípica», según recuerda Lapo. Tras la muerte de «Gianni» Agnelli ,los problemas continuaron por el enfrentamiento con la familia protagonizado por la madre de los tres hermanos Elkann, Margherita, debido a las supuestas injusticias cometidas durante el reparto de la millonaria herencia de «Il Avvocato».

Un camino propio

El autor del libro «Las reglas de mi estilo», en el que presenta las claves de su modelo de elegancia tan aplaudido por las revistas, comenta lo que significaba ser el nieto de uno de los hombres más poderosos y ricos de Italia. A su juicio, resultaba mucho más fácil ser su nieto que su hijo: «Estoy seguro de que no era fácil tenerlo como padre. Al abuelo lo puedes disfrutar, pero un padre te debe educar. Cuando era joven quería parecerme a mi abuelo, era mi ejemplo, mi modelo, pensaba que sólo existía él». Con el pasar de los años su visión fue cambiando y se dio cuenta de que él debía hacerse su propio camino. «Hoy ya no tengo ningunas ganas de ser como él, lo que no quiere decir que no lo respete. Soy diferente», confiesa.

Lapo también habla de su madre, a la que ha criticado con dureza en varias ocasiones. Asegura que si un día quisiera formar una familia resultaría capital que mantuviera una buena relación con ella. «Sería fundamental para tener una relación sana con las mujeres, para no tener un espíritu negativo o de venganza frente a las mujeres en general», dice.