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Matamoros, solo ante el diagnóstico que acabará con su incertidumbre

El viernes conocerá el diagnóstico patológico, una prueba definitiva para determinar si se trata o no, de un tumor maligno

Matamoros con Anita y Marta en puerta de la clínica Quirón
Matamoros con Anita y Marta en puerta de la clínica Quirónlarazon

Ya ha pasado lo peor y aunque aún no hay un diagnóstico definitivo, Kiko Matamoros se muestra optimista mientras espera que hoy, lunes 12 de agosto, le de el alta médica el equipo oncológico que le trata en la Clínica Quirón de Pozuelo de Alarcón.

El colaborador se está recuperándose bastante bien de la intervención, ya que ésta duró menos de lo esperado al confundirse en la resonancia varios tumores con simples coágulos. Aún así se siente molesto ya que aún no le ha sido retirada la sonda, razón por la que prefirió continuar bajo cuidados médicos en el hospital.

El televisivo se muestra tranquilo a pesar de la polémica que rodea su enfermedad, como casi todo en su vida. Está acostumbrado a nadar con fuerza a contracorriente y mantiene su habitual coraza de hierro. Pero lo quiera o no, la enfermedad le ha reconciliado con parte de sí mismo, ésa que le da pudor mostrar en público y que le ha abierto la puerta a convertir las hondas heridas en cicatrices que acaricien su ser sin torturarle. Aún así, no todo le resbala, como aparenta.

Y mientras algunos le acusan de haber exagerado su dolencia para hacer una exclusiva él explica que, contra todo pronóstico, la operación a la que se sometió el pasado 6 de agosto ha conseguido alejar los malos augurios médicos, a un cierto optimismo. La intervención ha revelado la existencia de tan sólo un tumor cuando se pensaba que eran varios, que fue extirpado sin mayores complicaciones, lo que ha dado esperanzas a los médicos y al círculo más intimo del colaborador. Aún así, es pronto para celebraciones: las buenas previsiones de recuperación sólo serán despejadas el viernes, cuándo se conozca el diagnóstico que ofrecen las pruebas patológicas con las muestras obtenidas el pasado seis de agosto.

Kiko deberá esperar unos días para obtener el resultado de la biopsia realizada que determinará si el tumor es benigno o maligno. Será entonces, cuando le den los resultados de Anatomía Patológica que ponga fin a su incertidumbre.

A unos días de tener un diagnóstico más preciso sobre el alcance de su enfermedad, Matamoros está deseando salir del hospital, algo que se espera se produzca este mismo lunes. Se muestra relajado ya que según ha asegurado a personas de su entorno, hasta en el peor de los casos, los médicos son optimistas. El tumor ha sido extirpado y no se ha extendido por la vejiga: “Lo importante era el grado de penetración que pudieran haber tenido en la vejiga. Por suerte no habían atravesado la primera capa »

A Kiko le ha entristecido especialmente que algunos compañeros de Sálvame, como Laura Fa, le acusen de haber exagerado su dolencia para hacer caja con una exclusiva. « Me da pena-dijo el colaborador al programa Viva la Vida-Me parece muy triste el comentario y bastante desacertado”.

Una polémica que ha sido alimentada tanto desde el programa Sálvame como en las redes sociales que tendría su razón de ser en el pesimismo mostrado por el colaborador en la entrevista exclusiva que concedió hace unas semanas y que, por suerte, se habría traducido en optimismo tras la delicada operación.

Kiko lleva cinco días ingresado en la Clínica Quirón, situada a escasos metros de su antigua casa en la conocida urbanización de La Finca situada en Pozuelo de Alarcón y en la que actualmente reside Makoke con Tony Spina. Pero Kiko continuará su recuperación en el hotel en el que se aloja desde que saliera del domicilio conyugal y en el que asegura sentirse muy cómodo. No le resulta barato: su estancia en el lujoso Hotel Eurostar Tower situado en la torre más alta de Madrid, cuesta 8000 euros al mes.

Durante estos días ha estado acompañado de su novia Marta y de su hija Anita aunque hoy, al recibir el alta, no contará con las mujeres de su vida. Marta ha tenido que abandonarlo hace unos días por motivos profesionales y su hija pequeña puso rumbo ayer a Marbella.

Marta lo hizo por un motivo más que justificado; su participación en el certamen de belleza Miss World Spain. La novia de Matamoros es la candidata de Jaén, y se encuentra ya en Melilla preparando este importante proyecto que podría proporcionarle un enorme impulso en su carrera y una importante recompensa económica. El certamen mantendrá distanciada a la pareja al menos hasta el día 18, aunque es posible que Kiko pueda acudir a la gran final si su recuperación continúa tan bien como hasta ahora.

Hasta ayer ha estado también acompañado de su hija Ana. La única hija fruto de su matrimonio con Makoke ha interrumpido su veraneo para estar con su padre hasta que ha visto que éste puede hacer vida normal y ha regresado a Marbella junto a su madre y su hermano para pasar unos días en familia.

Por lo que hemos podido averiguar, en los próximos días, el colaborador permanecerá en su hotel tras recibir el alta acompañado de amigos que tratarán de hacerle llevar mejor la convalecencia.