Opinión

La crónica de Amilibia: Elon Musk, nuevo profeta, nos anuncia el Apocalipsis

Elon Musk durante la construcción de la gigafábrica de Tesla en Gruenheide, cerca de Berlin, en Alemania, 13 de agosto de 2021. Patrick Pleul/Pool via Reuters/File Photo
Elon Musk durante la construcción de la gigafábrica de Tesla en Gruenheide, cerca de Berlin, en Alemania, 13 de agosto de 2021. Patrick Pleul/Pool via Reuters/File PhotoPOOLREUTERS

La pandemia ha duplicado la fortuna de los más ricos. No se contentan con vendernos vacunas, robots, metaversos, carne artificial y lo que haga falta: ahora también quieren ser profetas y ofertarnos el Apocalipsis, o sea, búnkeres, habitaciones del pánico o viajes al espacio. Elon Musk, el segundo más rico del mundo según «Forbes», dice que estamos en peligro de extinción, como los linces, los gorriones y los políticos talentosos, a menos que emigremos ya a otros planetas. Anuncia desde el Sinaí de Silicon Valley que ya estamos al borde de la sexta extinción masiva, y lo dice cuando apenas recordamos las otras cinco, excepto aquella del meteorito en la palmaron los dinosaurios. Nos sobrevivirán los caracoles, las cucarachas y las babosas.

Acojonadito me tiene Musk, le grito al televisor. Él sí que posee buena información: tiene en nómina o subvenciona a los mejores científicos del mundo. Según Elon, ya no basta con aislarse en la casa vieja de un pueblo con el aire más limpio de la España Vaciada, hay que hacer la maleta para largarse a Próxima Centauri, que no sé por dónde cae pero debe de ser bastante lejos. Al tratarse de una estrella enana roja, no parece que en principio se opusieran Yolanda Díaz, Ione Belarra, Irene Montero, Subirats y Garzón.Pablo Iglesias quizá prefiera Alfa Centauri (macho alfa al fin y al cabo) o lo que diga Putin, y Pedro Sánchezelegirá quedarse en su metaverso a la espera de algún hermeneuta especializado en el Apocalipsis que le asesore sobre con quién le convendría asociarse para continuar en la Moncloa, si con los Cuatro Jinetes, la Bestia, el Anticristo, los ángeles trompetistas o la ramera de Babilonia.