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Sabemos qué le pasa a Melania Trump
La esposa de Donald Trump atraviesa una fase común al género femenino: la menopausia. Desde aquí le ofrecemos a la primera dama soluciones para los cambios físicos que el climaterio ha provocado en su esbelta figura
Desde su aparición en el desfile militar del 4 de julio, son muchos los comentarios que ha suscitado el cambio de imagen de la primera dama de Estados Unidos. No sólo llamó la atención que escogiera un vestido sin sujetador, lo que producía que sus pezones quedaran demasiado visibles, sino que además su rostro parecía hinchado y descolgado en algunas zonas. Asimismo, su cuerpo no es aquel esbelto y delgado que lucía a su llegada a la Casa Blanca. ¿Eran quizá las rayas horizontales del vestido las que producían un desafortunado efecto óptico o es que Melania sufre ya los primeros síntomas de la menopausia? Personalmente, me inclino por esta segunda opción, teniendo en cuenta que la mujer de Donald Trump cumplió 49 años en abril.
A lo largo de la vida de la mujer se producen multitud de cambios hormonales que afectan visiblemente al cuerpo, que tiende a hincharse, a retener líquidos, a ensanchar las caderas y la zona abdominal, principalmente. Durante los primeros años de menopausia, que suele aparecer entre los 45 y los 56 años, se llega incluso a perder hasta un 30% de colágeno, lo que hace que el cuerpo pierda su tonicidad. Hay varios efectos de este desajuste hormonal asociados a la retirada del periodo.
AUMENTO DE GRASA
En primer lugar, se produce un aumento del porcentaje de grasa corporal: Se sabe que la disminución de las hormonas femeninas va unido a una reducción en la masa magra y al aumento de la masa grasa corporal, que a los 20 años es del 26%, sube al 33% a los 40; y al 42%, a los 50. Esto no solamente afecta a la estética, sino que además puede suponer un problema cardiovascular y derivar además en una diabetes. Asimismo, un peso excesivo afecta a las articulaciones, que en esta época debemos cuidar especialmente, ya que la osteoporosis está al acecho. Varios estudios han confirmado que los sofocos son más frecuentes entre las mujeres con sobrepeso. También los senos sufren un aumento del componente adiposo que ocasiona un cambio en la textura, tamaño y consistencia.
El aumento de peso durante estos años puede provocar un problema para la mujer. ¿Solucionaría que Melania Trump siguiera una dieta para evitar el ensanchamiento de los últimos meses? Los regímenes muy estrictos o «dietas milagro» funcionan durante unos días, pero cada vez existen más evidencias de que estas «soluciones» tienen fecha de caducidad y que, si no se incorporan cambios a más largo plazo, todo ese esfuerzo se queda en nada en poco tiempo y se produce un «efecto rebote».
ENVEJECIMIENTO
Con respecto al cambio en el rostro de la primera dama, este podría deberse a una aceleración del envejecimiento dérmico, típico también a partir de los 45 años. Disminuye la producción de estrógenos, la piel se deshidrata y se vuelve seca y rugosa, el rostro se afina al perder su elasticidad y las arrugas se vuelven más profundas por la degradación de la elastina y el colágeno, encargadas de la firmeza de la dermis.
La doctora Mar Mira de la clínica Mira & Cueto Estética (clinicamiracueto.com) confirma que «no podemos saber si el caso de Melania está relacionado directamente con los cambios que sufren muchas mujeres durante la menopausia, pero es cierto que en esta etapa las hormonas pueden ser las responsables de los cambios en las curvas corporales», y añade: «Hay que recordar que los vaivenes hormonales –adolescencia, embarazo y lactancia y menopausia– pueden incidir en la distribución de la grasa corporal en diferentes zonas (muslos, flancos, glúteos, cintura, abdomen...), y por eso es tan importante realizar un diagnóstico personalizado y ajustar un programa de aparatología, alimentación y actividad física para conseguir redefinir las curvas». Según la prestigiosa esteticista de las estrellas Carmen Navarro, debemos empezar por «resetear» el organismo realizando movimientos manuales en las zonas críticas con el fin de desfibrosar y rejuvenecer los tejidos. «Lo conseguiremos con nuestro Reset Massage. El objetivo es desbloquear los canales energéticos del cuerpo y aportarle a los tejidos esponjosidad y elasticidad, algo que necesitan recuperar. Luego será fundamental movilizar y liberar la grasa localizada y activar el sistema linfático y los fibroblastos con el fin de producir ácido hialurónico, colágeno y elastina». Todo ello se combina «con una técnica muy novedosa y recién incorporada en nuestros centros: Zionic, la medusa reductora. Su forma recuerda a la de una medusa y sus tentáculos son los rodillos utilizados para realizar el masaje activo». ¿Qué conseguimos? «Una acción más profunda que reactive los procesos metabólicos que tenemos adormecidos por el proceso hormonal que estamos viviendo».
En el caso de Melania, prosigue la esteticista, «conseguiríamos una acción triple: dérmica, vascular y muscular. El objetivo de remodelar, tonificar y reafirmar estará conseguido. Es ideal para las mujeres durante la menopausia porque trabaja grasa localizada, celulitis y flacidez de manera paralela. Y, además, estaremos aliviando las tensiones musculares provocadas por el estrés en este período de máxima sensibilidad». Se recomiendan 10 sesiones de 70 minutos a 100€ por cada sesión. «En la última fase, se utiliza LPG Edermologie, cuyo objetivo es eliminar los cúmulos grasos localizados. Así, el cuerpo se siente más ligero», concluye Navarro.
Cómo atajar el sobrepeso propio de la menopausia
Para combatir esta tendencia natural al sobrepeso propio de la menopausia, un grupo de investigadores de la Universidad de Pittsburg en Estados Unidos propuso a través de un artículo en el «Journal of the Academy of Nutrition and Dietetics» un cambio de estrategia dietética. Este estudio con 508 mujeres observadas durante 4 meses permitió detectar los cambios de hábitos más eficaces para mantenerse delgadas. El objetivo no era conseguir una pérdida de peso a corto plazo, sino un peso saludable de forma sostenida en el tiempo a través de los siguientes consejos:
1 Aumentar el consumo de frutas. Utilizarlas para sustituir otro tipo de aperitivos.
2 Cambiar en el menú la carne y los quesos por pescado.
3 Aumentar el volumen que ocupan las verduras en el plato y reducir la carne.
4 Tomar más cereales integrales sin azúcares añadidos.
5 Huir de los fritos y los azúcares en la dieta habitual. Eliminar los pasteles, helados, tartas, refrescos y zumos azucarados es la estrategia que mejor resultados mostró por si solo a largo plazo.
6 Hacer ejercicio moderado de forma regular.
7 Los tratamientos tradicionales contra la obesidad basados en reducir la ingesta calórica no funcionan.
8 Tener en cuenta que la menopausia no engorda: es un mito. Sí cambia la distribución de la grasa; se traslada de los glúteos hacia la circunferencia abdominal.
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