Crítica de cine
Sonia Ferrer juega al despiste
A la presentadora Sonia Ferrer parece gustarle jugar al despiste, pues si bien todo parecía indicar que había retomado su relación con el jinete Álvaro Muños Escassi, ahora nos sorprende luciendo de nuevo su anillo de casada. Es un misterio el motivo que ha llevado a Sonia a colocarse en su dedo anular de la mano derecha esta joya, pues su ex marido, el cirujano plástico Marco Vricella, ha negado que entre la presentadora y él pueda existir una reconciliación.
Sea como sea, lo único que sí hay seguro en la vida de Sonia es lo mucho que quiere a su pequeña Laura. Vive volcada en su hija, a la que llevó un día más hasta el colegio. De allí, Sonia se marchó hasta un gimnasio donde se estuvo poniendo en forma. Quizá algo de ejercicio le venga bien para aclarar sus dudas, si es que las tiene respecto a la situación sentimental por la que atraviesa junto a Álvaro.
Desde hace un tiempo se viene especulando sobre la situación por la que pasa la pareja, pues hay quienes hablan de crisis, otros de montaje y hay quienes creen que su amor sigue adelante como siempre. Sea como sea, ni Sonia ni Álvaro han querido hacer hasta el momento
comentario alguno al respecto, por lo que el tiempo es el que tiene la última palabra en cuanto al futuro como pareja de la presentadora y el jinete.
Se conocieron mientras participaban en el concurso «Mira quien salta». Entre ellos surgió el amor y Escassi ponía punto y final a su relación de tres años con su novia Patricia y Sonia, por su parte, tomaba la decisión de separarse de su marido, el cirujano plástico Marco Vricella, al que le dio el «sí quiero» en agosto de 2007.
Fruto de su unión conyugal nació, Laura, que llegó al mundo en Madrid en 2008. Sonia siempre dijo que su matrimonio estaba roto antes de empezar el concurso, pero lo cierto es que el conocer a Escassi le ayudó a dar el paso de divorciarse