Arquitectura
De la represión a la libertad
Fue uno de los escenarios en los que el horror se hizo más palpable durante décadas en la ciudad de Murcia. Se convirtió en la sede regional de la represión durante las etapas de la II República, la Guerra Civil y la dictadura del Franquismo.
Murcia- En sus paredes, salas y celdas se consumó el castigo para muchas personas que vieron como se les privaba uno de los derechos más preciados para el ser humano, la libertad.
Sin embargo, la cárcel vieja de Murcia que, como recoge el autor Francisco J. Medina-Albaladejo en su obra «La Prisión Provincial de Murcia: Una aproximación arquitectónica, histórica y cultural», comenzó a proyectarse en el año 1922 gracias a donaciones como las que realizó el senador vitalicio Ángel Guirao Girada, quien cedió cinco mil pesetas para que la Diputación Provincial pudiera adquirir los terrenos ubicados en la zona Norte de Murcia y que pertenecían a la Marquesa de Salinas, vivirá el futuro como centro de la libertad que impera dentro del arte. El recinto se encuentra en desuso desde comienzos de la década de 1980 y es una antaña añoranza del Ayuntamiento de Murcia recuperar su tutela para convertir la antigua cárcel en un centro cultural al servicio de los murcianos.
El periodista e investigador, Antonio Botías, declaró ayer a LA RAZÓN que ya existió un proyecto de convertir la cárcel provincial en un museo, pero la idea no fraguó. Ahora todo indica que sí. De esta manera, el concejal de Cultura del Consistorio murciano, Rafael Gómez, afirmó a esta redacción que la cárcel vieja será la sede de un proyecto que albergará un centro cultural destinado al arte contemporáneo y moderno. La intención municipal es que el enclave comparta protagonismo con el futuro Museo de Arte, Diseño y Medio Ambiente (Madma) que se levantará en la zona del parque de Levante. Gómez explicó que el plazo de ejecución de los trabajos que se deben acometer oscilará entre los tres y cuatro años, de lo que no existe una aproximación certeza es de cuando pueden dar comienzo las obras, ya que «el proyecto no incluirá en los presupuestos de 2012 casi con total seguridad».
Por tanto, la situación de precariedad por la que atraviesan los ayuntamientos españoles en la actualidad puede suponer un contratiempo para el arranque del proyecto. Es por ello, que el edil de Cultura aclaró que el Consistorio buscará la obtención de crédito para la realización de los trabajos por medio del alcance de acuerdos con la Comunidad Autónoma, el Gobierno de España y las obras sociales de alguna caja de ahorros. Esta situación se deberá a que «el Ayuntamiento no puede en la actualidad asumir todos los costes de la realización de este centro». De esta manera, se atisba un largo recorrido hasta que la vía de la financiación se concrete. Los primeros esfuerzos del Ayuntamiento se centrarán en el diseño de la iniciativa para poder encauzar las pautas que se deberán seguir para su desarrollo. Por su parte, una de las actuaciones que se pueden acometer con más prontitud son las referentes a la limpieza y acondicionamiento de la zona para que desaparezca la suciedad que existe en la actualidad. No obstante, la cuenta atrás para que el recinto de la represión se convierta en el de la libertad ya ha comenzado.
Recuperación de espacios históricos
La estrategia esbozada por el alcalde de Murcia, Miguel Ángel Cámara, para recuperar enclaves históricos y ponerlos al servicio de los murcianos para su uso disfrute está comenzando a dar sus frutos. De esta manera, la recuperación de la titularidad municipal de la cárcel vieja se encuadra dentro de una iniciativa que ya ha dado sus frutos como en el caso de la recuperación del Cuartel de Artillería. No en vano, el uso que se hace de este recinto es similar al que se pretende dispensar al recinto de la cárcel.
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