Valencia

Tapones para los oídos contra el endurecimiento de la ley Antitabaco

Los hosteleros apoyan la iniciativa porque «la medida tendrá resultados catastróficos para el sector».

La protesta se llevo a cabo en el Carme. Barrio en el que los vecinos ya están hastiados por los ruidos provocados por la gente que se queda largas horas en la calle a altas horas de la madrugada.
La protesta se llevo a cabo en el Carme. Barrio en el que los vecinos ya están hastiados por los ruidos provocados por la gente que se queda largas horas en la calle a altas horas de la madrugada.larazon

Valencia- La iniciativa empezó con un acercamiento a la noche de El Carme, el barrio insignia de la noche de Valencia, el pasado jueves, donde el Club de Fumadores por la Tolerancia ratificó las protestas que los vecinos del barrio llevan criticando muchos años.
«Anoche había un follón importante en la calle. A esto habrá que sumarle que cuando se ponga en práctica la Ley Antitabaco, los fumadores no encontrarán sitio en los locales y saldrán a la calle a fumar. Causarán más molestias a los vecinos, aumentando el ruido en zonas que son conflictivas en este barrio por el botellón», comentó el portavoz del Club, Javier Blanco Urgoiti. Un problema al que han apodado «el cigarrón».
La protesta en sí se llevó a cabo ayer por la mañana en la plaza del Tossal de Valencia.
El acto abarcaba todo el barrio de El Carme. Consistió en ofrecer tapones para los oídos a los vecinos, haciéndoles posteriormente firmar en contra del endurecimiento de la Ley 28/2005 para los establecimientos de ocio nocturno de la Comunitat Valenciana, por la que se preve una prohibición total a fumar en los locales.
«La gente está muy receptiva, hemos superado las 483.000 firmas. El 60 por ciento del espacio en la hostelería ya es libre de humos y es más que suficiente», señaló Gemma Marín, una de las participantes del acto, que vestía una camiseta negra con el emblema de la campaña: «escucha ministra: prohibido prohibir».
Por su parte, los hosteleros se mostraron a favor de esta iniciativa, que se ha llevado a cabo en diferentes puntos de España, y siguen afirmando que «la medida provocará un grave impacto económico. En Valencia se traducirá en el cierre de más de 300 bares y la pérdida de 1.500 puestos de trabajo».
En cambio, la concejal socialista Ana Botella comentó que «es respetable cualquier estudio de impacto, pero que hay que ser realistas. Esta ley está impuesta en muchos países y no por ello hay mayor desempleo» y describió estas actitudes como «un primer rechazo a la innovación en un momento de cambio».