Pekín

La inflación se dispara en China y pone en riesgo la economía mundial

El Índice de Precios al Consumo de China (IPC), el principal indicador de la inflación, subió un 6,4 por ciento interanual en junio, el nivel máximo desde el mismo mes de 2008, informó hoy el Buró Nacional de Estadísticas (BNE) del país asiático.

El principal motivo de la subida fue el encarecimiento de los alimentos, que contribuyen a un tercio del gasto del país asiático en el IPC, y cuyo precio subió un 14,4 por ciento en junio, en comparación con el mismo mes de 2010, y en concreto la carne de cerdo, básica en la alimentación china, un 57,1 por ciento.

Los precios de otros productos fuera del sector alimentario se aceleraron un 3 por ciento en junio, frente al 2,9 por ciento de mayo, según el BNE.

La inflación china fue más acusada en las zonas urbanas del país asiático, con un 7 por ciento, frente al 6,2 por ciento de las zonas rurales.

Los datos de junio superan el objetivo inflacionario del cuatro por ciento previsto por el Ejecutivo chino para todo 2011 con el fin de controlar la inestabilidad social que puede provocar un alza de los productos básicos.

La inflación de mayo fue de un 5,5 por ciento.

El mes pasado el primer ministro chino, Wen Jiabao, reconoció que su gobierno afronta retos para lograr el objetivo previsto del cuatro por ciento, después de aplicar medidas como restringir los créditos bancarios mediante el incremento del coeficiente de caja o aumentar en cinco ocasiones desde el pasado octubre los tipos de interés, la última de ellas esta semana.

Aunque algunos analistas aseguran que la presión inflacionaria se relajará en el segundo semestre del año, las medidas gubernamentales para contener el encarecimiento de los precios han provocado temores de que se produzca un frenazo en la segunda economía mundial, lo que tendría graves consecuencias para el resto del mundo.