Sin novedad en el frente

Cuando parece que el puchero de los debates está a punto de desbordarse, porque le hierve más caldo del que cabe, Vicente del Bosque cierra el gas, enfría la olla y la comida no se quema. Lo resuelve con sorna y sencillez: «Primero se habló de los porteros; luego, del doble pivote; después, de los extremos, y ahora del nueve». Pues no hay cuestión. Ha repetido por activa y por pasiva que Fernando Torres es el titular y que el otro Fernando, Llorente, la alternativa. Y todos tan contentos; aunque en el entrenamiento de ayer a puerta cerrada salió antes de tiempo Javi Martínez con «un fuerte golpe en el tobillo y está pendiente de evolución».

Sucedió el contratiempo en los últimos minutos del ensayo, del que no trascendió la alineación de mañana contra Paraguay. Tampoco en este caso asoma el debate, porque el equipo preparado será el que salió inicialmente contra Chile y Portugal. Lo que llama la atención es que la de Javi Martínez es la segunda lesión que se produce en los entrenamientos. Lo dijo Javier Miñano en LA RAZÓN: «A veces tenemos que frenar la intensidad de los jugadores, por su total entrega».

El reactivo
Son 23 y todos quieren jugar. Es lo normal. Y en esa situación se encuentra Fernando Llorente, el reactivo en el último encuentro. Jugó 32 minutos y cambió la faz de la selección. Entró cuando su tocayo Torres ya estaba cansado, lo advirtió después el seleccionador; el riojano es consciente de su papel en el grupo: «El que decide es el míster y yo voy a estar preparado para lo que sea». Le toque la suplencia o la titularidad. No hay conflicto.

El problema es Paraguay, que ha encajado un gol en cuatro partidos. «Se clasificaron para el Mundial –refresca Llorente– o por delante de Argentina y de Uruguay. Así que, cuidado. Es una selección muy trabajada, con buenos jugadores y con mucho oficio». Sobre las cualidades de los paraguayos, Pedro resaltó: «Juntan muy bien las líneas y defensivamente son complicados de superar». El gol encajado lo dice todo.

Paraguay, efectivamente, ha destacado más por cómo defiende que por cómo ataca, aunque ha metido tres goles, ninguno a Japón, eliminado en los penaltis. Lo que se espera de este equipo es otro «catenaccio». «Se cerrarán atrás, como los demás», comenta Llorente, con lo cual a España le tocará trabajar para abrir el cerrojo: «No vamos a cambiar de estilo, iremos a lo nuestro. Si quieren los rivales, que se acoplen a nosotros».

El estilo es irrenunciable, como la humildad que técnicos y jugadores profesan. Se sugiere a Llorente que elija a Alemania o Argentina para la semifinal. Es rotundo en la contestación: «Paraguay». ¿Con quién? «Con Villa, imprescindible».