Afganistán
40 muertos y 60 heridos en un atentado suicida durante un funeral en Pakistán
Al menos cuarenta personas murieron hoy y 60resultaron heridas en un ataque suicida registrado durante un funeral en la ciudad noroccidental paquistaní de Peshawar, informó a Efe una fuente policial.
Una fuente policial explicó a Efe que un suicida hizo estallar su chaleco explosivo durante unas oraciones fúnebres en la zona de Adelzai, con unas 150 personas presentes, y precisó que entre los heridos hay niños de entre 8 y 12 años.
El primer ministro, Yusuf Razá Guilani, condenó el ataque y reiteró la voluntad de su Gobierno de acabar "con el cáncer del terrorismo", según un comunicado oficial.
Según los canales de televisión paquistaníes, que mostraron imágenes de los servicios de rescate trasladando heridos al hospital, a la ceremonia habían acudido numerosos voluntarios de uno de los llamados "comités de paz", las milicias formadas al margen de las fuerzas de seguridad para combatir a la insurgencia talibán.
En la provincia noroccidental de Khyber-Pakhtunkhwa, cuya capital es Pesháwar, los ataques contra estas milicias son habituales, especialmente cuando sus miembros se reúnen o se concentran para algún evento.
Las investigaciones de algunos de los ataques terroristas contra mezquitas o congregaciones civiles han destapado que el objetivo de los insurgentes eran estas milicias, a las que intentan intimidar para controlar el montañoso noroeste, fronterizo con Afganistán.
Las disputas entre grupos respaldados por los talibanes y los llamados "comités de paz"en ocasiones no solo tienen trasfondo ideológico, sino que forman parte del complejo escenario de lealtades tribales de las zonas pastunes de Pakistán.
Las autoridades paquistaníes apoyan a las milicias, una táctica también usada en Afganistán, pero a menudo se hallan indefensos ante la superioridad armada de las organizaciones afines a los talibanes.
Otras 25 personas perdieron la vida ayer en un ataque suicida perpetrado contra una estación de servicio, en esta ocasión en la localidad de Faisalabad, en la provincia oriental de Punyab, cerca de edificios militares y de las agencias de seguridad paquistaníes.
Ambas acciones siguen a una ola de ataques que han dejado decenas de muertos durante las últimas semanas: el más violento de ellos, perpetrado el día 10 de febrero, acabó con la vida de 31 cadetes en un centro de reclutamiento militar del noroeste paquistaní.
El movimiento talibán y grupos islamistas sindicados atacan en Pakistán a las fuerzas de seguridad, objetivos gubernamentales y lugares de culto o congregaciones civiles.
Además de los atentados dirigidos a matar a un número elevado de personas, tanto el gobernador de Punyab, Salman Tasir, como el ministro de Minorías, el cristiano Shahbaz Bhatti, fueron asesinados a tiros en enero y en febrero por su oposición a las leyes antiblasfemia.
El simbolismo de estos atentados, que han minado la moral del frente liberal paquistaní, han hecho que aparecieran voces para exigir al gobernante Partido Popular de Pakistán (PPP) una oposición más radical al islamismo, históricamente con una baja representación parlamentaria.
Según un informe del Instituto de Pakistán para Estudios de Paz (PIPS), en 2010 se registraron un total de 2.113 ataques insurgentes, terroristas o de corte sectario, que acabaron con la vida de 2.913 personas y causaron heridas a otras 5.824.
La mayoría de ellos tuvieron lugar en Khyber-Pakhtunkhwa, en las adyacentes áreas tribales y en la vecina Baluchistán, una provincia poco poblada donde actúan grupos separatistas armados, aunque los principales centros urbanos de Pakistán también se han visto seriamente afectados por el terrorismo.
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