Embarazo

Bebés prematuros: los protegidos

Cuando un niño nace con un peso muy inferior al normal, necesita una incubadora para madurar sus órganos. Y respiración asistida y sonda gástrica.

El organismo del bebé prematuro precisa de un ambiente similar al del útero materno para madurar
El organismo del bebé prematuro precisa de un ambiente similar al del útero materno para madurarlarazon

Se calcula que alrededor del 25 por ciento de los nacimientos de bebés prematuros tiene lugar cuando el médico induce el parto antes de término o cuando se realiza una parto por cesárea debido a complicaciones en el embarazo o a problemas de salud de la madre o el feto. No se conocen a ciencia cierta las causas del parto prematuro no inducido pero las últimas investigaciones sugieren que en muchos casos obedecen a la respuesta natural del organismo a ciertas infecciones, como aquellas que afectan al líquido amniótico y a las membranas fetales. Sin embargo, en casi el 40 por ciento de los casos, el médico no puede determinar de forma clara la razón que provoca un parto prematuro, aunque sí tiene claro que es importante que la mujer no fume ni tome alcohol.

Cuando el parto sobreviene antes de las 37 semanas de embarazo, a los nervios y preocupación habituales se suma una, si cabe, mayor. ¿Sobrevivirá el bebé? Si lo hace, ¿qué problemas de salud tendrá? Después, una vez finalizado el parto, y teniendo en cuenta que los avances científicos han logrado prácticamente acabar con los fallecimientos por parto prematuro, lo primero con lo que se encuentran los padres es con el aspecto frágil de su hijo.

El prematuro es un recién nacido antes de tiempo y por lo tanto su aspecto será de inmadurez, tanto en su apariencia externa como en el desarrollo de sus órganos y sistemas. De hecho, el mayor problema al que tienen que enfrentarse es el de madurar fuera del útero materno, en una incubadora –un útero artificial– en unas circunstancias diferentes a las que en realidad deberían formarse. Los padres se asustan al ver a su bebé «enchufado» a gomas y cables, pero los expertos tranquilizan con sus explicaciones: «Es común que muchos de estos bebés tengan dificultades respiratorias, de ahí que necesiten respiración asistida; además, existen algunos casos en los que se dan hemorragias cerebrales, aunque en menor medida», afirma Lailla.

Desde el primer momento hay que tener en cuenta y asumir como normal que este tipo de bebés necesita más cuidados que el resto. Por eso, nada más nacer se les traslada a una unidad de cuidados intensivos neonatales, donde permanecerá hasta que pese, aproximadamente, 2 kilos.

Estos bebés no son capaces de comer, por lo que se les suele colocar una sonda de alimentación a través de la nariz o la boca hasta el estómago y eso tampoco debe alarmar a los progenitores. «Si la madre elige darle leche materna, es necesario que se le administre por sonda para evitar que el bebé tenga que realizar muchos esfuerzos al absorber», afirma María José Espinaco, matrona y vocal del Consejo Nacional de Enfermería.

Su crecimiento será más lento en los primeros años y, además de las visitas rutinarias al pediatra, deberán acudir periódicamente a revisiones con especialistas.


Direcciones útiles
Prematuros www. prematuros.info
Cuidado del bebé www.planetamama.com
Información general www.elbebe.com