Actores

El teléfono del millón

La Razón
La RazónLa Razón

Con mucho sigilo y discreción, casi en pudoroso secreto, Leire Pajín ha desconectado el teléfono gratuito 900 21 00 21, que tanto dio que hablar antes de ser instalado. Fue la iniciativa más apasionada de Bibiana Aído, quien nada más llegar al Gobierno la anunció en el mítico «Discurso de las Miembras» como método infalible para apaciguar machos embravecidos. Ella lo explicaba con más elocuencia académica y flamenca: mediante el consultorio telefónico pretendía «contribuir con políticas preventivas a otro modelo de masculinidad desde el que establecer las relaciones de pareja sobre unas nuevas referencias no patriarcales». ¡Ole, qué arte! Es verdad que con un teléfono se pueden hacer muchas cosas, aparte de hablar, pero cambiar el modelo de masculinidad es una función que Telefónica todavía no comercializa. Tal vez por eso fracasó el «Tele-macho dígame». Durante el año y los 14 días que estuvo en funcionamiento, marcaron ese número 6.515 varones, unos 17 al día. La mayoría llamaba, según ha trascendido gracias a una asociación feminista, sólo para despotricar contra la Ley de Igualdad y no parecía tener duda alguna sobre cómo tratar a las mujeres, menos aún de su masculinidad. Es decir, puro desahogo, porque además era gratis. O no tan gratis, pues el call-center de Bibiana ha costado la friolera de 822.000 euros, cantidad que aplicado el iva correspondiente se pone en el millón redondo. Lo cual significa que cada llamada ha salido a 166 euros, mucho más cara que si telefoneas a uno de esos números de pago para que te adivinen el futuro o te alegren el presente. Es de suponer que algún diputado, escandalizado ante este despilfarro manifiesto de un millón de euros, encuentre tiempo para pedir cuentas en el Congreso. No puede quedar impune una chuminada como ésta, que si no es por la crisis aún seguiría malgastando dinero público, alimentando estupideces privadas y entreteniendo a «frikis» desocupados. Ésta ha sido la gran contribución del Ministerio de Igualdad a la liberación de la mujer, junto a los posavasos para los clubes de alterne y los mapas clitorianos. Estremecedor balance de dos años y medio de gestión. Mientras tanto, en lo que va de año son ya 71 las mujeres asesinadas por su pareja. Ante el drama inacabable de la violencia homicida, las ocurrencias telefónicas del Gobierno suenan a sarcasmo y producen indignación.