Torrijos llama «carroñero» a Zoido tras pedir «debate y no crispación»

En una entrada titulada «El efecto Zoido o cuando el fin justifica los medios», el portavoz municipal de IU acusa al alcaldable popular de «demagógico y cínico» y de «esconder su ideología porque sabe que pocos la van a comprar sin disfraz». Entre otras lindezas, Torrijos afirma que «prefiere una ciudad fea, negra, rota, caótica y oscura porque es ahí donde yace y se alimenta».

El socio de gobierno del PSOE define a Zoido como «alérgico a la responsabilidad, sufre cuando una obra concluye y los vecinos se alegran de ello, lamenta los acontecimientos felices y no soporta que haya cosas que estén bien».

«Propuestas por insultos»
Las descalificaciones procedentes de IU fueron respondidas en un comunicado por el portavoz adjunto del PP Francisco Pérez, quien aseguró que «mientras Torrijos y Espadas se dedican a insultar nosotros nos preocupamos por los problemas reales de los sevillanos».

Además, les reprochó que «no se puede pedir normalidad en el debate municipal a la vez que se insulta al adversario, y en eso Torrijos y Espadas han compartido la estrategia en las formas, por lo que les invitamos a seguir el ejemplo de Zoido, que ha centrado su trabajo en proponer y en devolver los insultos con propuestas».

Pérez señaló que «a los vecinos hay que hablarles claro y no marearles con insultos y descalificaciones. Si el Grupo Popular, con Zoido a la cabeza, está trabajando por los sevillanos Espadas y Torrijos no han de rechazarle por ello, lo que tienen que hacer es tomar nota del buen trabajo y del proyecto de Zoido para mejorar la vida de los sevillanos».

Curiosamente, IU contraatacó con una nota enviada a los medios «en respuesta a presuntas críticas de Torrijos» (sic), en la que recurría a una metáfora muy manoseada para indicar que «el pirómano prende primero el fuego para luego acudir con la manguera a apagar el incendio». Después de insultar duramente a Zoido, el primer teniente de alcalde todavía se hacía el ofendido al proclamar que «cuando se le responde se victimiza como una plañidera pero no es capaz de reconocer el ímprobo trabajo de transformación que se ha hecho en esta ciudad». Además, le acusó de «sembrar la confusión entre la gente sencilla a la que intenta constantemente manipular con una costosa estrategia de marqueting».