Castilla-La Mancha
Mejora la situación en Cabañeros donde se reincorporan los medios aéreos
La situación en el incendio que afecta al Parque Nacional de Cabañeros ha mejorado de forma sustancial con respecto a la que había ayer y se espera que pueda quedar controlado a lo largo del día con las labores de extinción, a las que ya se han reincorporado con la luz solar los medios aéreos.
Según ha indicado a Efe el director del Parque Nacional de Cabañeros, Manuel Carrasco, los trabajos realizados en la noche por los Servicios de Extinción de Incendios de Castilla-La Mancha (Infocam), por los agentes medioambientales, por el personal del parque, por la Unidad Militar de Emergencias (UME) y por la Guardia Civil, han hecho que la situación haya "mejorado sustancialmente".
Carrasco ha comentado que el incendio aún no se puede dar por controlado, pero como la situación "está mucho mejor"se espera que a lo largo del día los trabajos de extinción permitan el control definitivo del fuego.
El director del parque nacional ha señalado que existe aún un flanco activo del fuego.
La baja de las temperaturas nocturnas ha sido también fundamental para hacer más efectivos los trabajos de extinción.
En la zona, según ha podido comprobar Efe, se encuentran trabajando numerosos efectivos, tanto de medios humanos como técnicos, que están siendo coordinados desde el Centro de Coordinación Avanzado que ha establecido la Consejería de Agricultura de Castilla-La Mancha.
El incendio se inició a las 16:29 horas en un paraje del Parque Nacional de Cabañeros situado en el término municipal de Navas de Estena (Ciudad Real) y avanzó hacia el norte como consecuencia de las condiciones climáticas hasta entrar en el término municipal de Los Navalucillos (Toledo), según indicó la consejera de Agricultura, María Luisa Soriano.
La titular de Agricultura, que anoche se desplazó hasta el centro de coordinación avanzado, informó de que el incendio ha podido afectar a una superficie de entre 400 y 500 hectáreas.
El Parque Nacional de Cabañeros se encuentra situado en los Montes de Toledo, en Castilla-La Mancha, al noroeste de la provincia de Ciudad Real y suroeste de la de Toledo.
Su paisaje está formado por extensas rañas con ricos pastos estacionales que ofrecen alimento a multitud de animales, y sierras y macizos cubiertos de bosque y matorral que dan cobijo a gran variedad de aves y mamíferos.
En él habitan más de 200 especies de aves distintas, entre las que destacan las grandes rapaces, como el águila imperial y el buitre negro, ambas en peligro de extinción y, mamíferos como el ciervo, corzo o jabalí.
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