Francia
Carlos Goñi: «Que la picaresca sea tan nuestra me cabrea»
Con firma propia. Profesión: músico, cantante, líder de «Revólver». Nació: en 1961, en Madrid. Por qué está aquí: por su nuevo álbum, «Argán» (Warner).
–Argán: un árbol que sólo crece en Marruecos da título a su álbum...
–Se parece a mí. Si lo intentas trasplantar a otro sitio, se muere. No le puedes arrancar sus frutos, tienes que esperar a que él los suelte. Y sólo lo pueden manipular las mujeres.
–Como a usted...
–Yo me dejo manipular sólo por una.
–Fusiona el sonido rockero con el mandolute, la guitarra árabe. ¿Qué nos queda por fusionar?
–El respeto con la vida cotidiana.
–Mezcla dos mundos aparentemente antagónicos: el árabe y el de Occidente...
–He descubierto en mis viajes que ellos están más cerca de nosotros que nosotros de ellos. Un vendedor de alfombras me dijo en Marrakech: «Aunque no seamos hermanos, al menos somos primos».
–Han prohibido en Francia el velo islámico integral...
–No tengo claro si hay que prohibirlo todo o admitirlo todo. Soy de poco prohibir.
–Juguemos con los títulos de sus canciones. «No hay mañanas»: buena noticia para los que odian madrugar...
–No es mi caso. Me despierto a las 6:30 horas todas las mañanas. Y me levanto.
–«Cada día». ¿Qué odia más cada día?
–La xenofobia. Tengo una hija negra.
–«Quiero aire». ¿Está desinflado?
–Ya quisiera: me sobran kilos. Estoy siempre a dieta de azúcar, sal, pan...
–«Manos arriba»: un título muy propio de Revólver...
–Ja, ja, ja. No me gustan las armas, las detesto. Revólver sólo es un nombre detrás del que me escondo.
–«Lo que me hace feliz». ¿Qué le hace infeliz?
–Recordar el pasado me pone triste. De los 30 para atrás no me gusta nada. Fue un error diario. Todo un error, sí, menos el nacimiento de mi hijo.
–«Intentando vadear». ¿Qué intenta vadear?
–El engaño. Me molesta que el Lazarillo sea el ídolo nacional. Me cabrea que la picaresca sea tan nuestra.
–«Princesas o mendigos». ¿Con quién prefiere estar?
–Cuando estoy con mi princesa soy un mendigo. Llevo con mi novia veinte años e intento ligármela a diario. Funciona.
–«Ya no hay dos para cenar». ¿Qué es más triste que cenar solo?
–El hueco que dejan las cosas (y las personas) que ya no están.
–Pensaba que iba a decir que cenar zanahorias y un yogur desnatado…
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