Cataluña
El crimen organizado saca tajada de la crisis
La situación económica propicia la adquisición de empresas en quiebra para blanquear capitales
MADRID- Ocurrió a principios del pasado mes de septiembre en Tarragona. La Policía Nacional se incautó de una serie de propiedades inmobiliarias por valor de 24 millones de euros que pertenecían a mafias rusas y de otros países del Este de Europa. Un hostal en la localidad de Cambrils, un hotel en Cunit y un centro comercial en Mont-roig, a los que habría que sumar garajes y otros locales comerciales distribuidos por toda Cataluña. Un botín millonario que ejemplifica el «modus operandi» de las redes criminales asentadas en nuestro país: la compra de negocios con el objetivo de blanquear dinero.
La actual coyuntura económica parece haber beneficiado a este tipo de prácticas ilegales. Tal y como señalaba un reciente informe sobre tráfico de estupefacientes de la Asociación Independiente de la Guardia Civil (IGC), «la situación actual de crisis económica favorece que empresas ruinosas o en quiebra puedan ser compradas por organizaciones dedicadas al tráfico de drogas». ¿El objetivo? «Blanquear capital e infiltrarse en las instituciones financieras». De este modo, las miras de las mafias se dirigirían principalmente a empresas de ocio, como restaurantes, hoteles y hostelería en general.
Aumento de las quiebras
Los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) reflejan un claro aumento de las quiebras en nuestro país en los últimos años. Es cierto que los datos del segundo trimestre de 2010 mostraban un descenso del 14,2 por ciento con respecto al mismo periodo del año anterior, con un total de 1.511 empresas que se declararon en quiebra. Sin embargo, el aumento desde que comenzó la crisis en la que seguimos inmersos ha sido fulgurante: de las 452 compañías que cerraron en el primer trimestre del año 2008, se pasó a 1.762 en el segundo trimestre de 2009.
«Se trata de empresas que se venden a precio de saldo y que necesitan liquidez inmediata. Muchos empresarios tienen una necesidad imperiosa de conseguir dinero. Son negocios que están prácticamente ruinosos y que terminan constituyendo una tapadera», apuntan desde la IGC. No sólo hablamos de organizaciones dedicadas al tráfico de drogas; estaríamos también ante «negocios» ilegales como el tráfico de seres humanos con fines de explotación o el robo de vehículos de gran cilindrada.
«Impecable» legalidad
La finalidad reside en «disfrazar» a estas recién adquiridas compañías con una fachada de impecable legalidad, como recuerdan desde el Sindicato Unificado de la Policía (SUP). En un principio, a través de un testaferro, la red adquiere un negocio con parte de dinero en negro y otra en «blanco», que sería la única que se escritura.
«Una vez dada de alta la sociedad, ya es legal». Así, finalmente estaríamos ante empresas que se dedican a la compra de otros negocios. Y, a través del procedimiento de adquirir bienes financieros, van extendiendo las redes de blanqueo y mejoran su infraestructura. «Cuando ya están dentro de ese cúmulo de empresas, ya pueden blanquear entre ellas», explican desde el SUP.
Un laberinto
El principal escollo es que «es muy difícil demostrar este tipo de entramados», pues las redes consiguen que a las autoridades «les cueste lo máximo posible llegar al origen de ese dinero». Y, obviamente, el empresario que ha vendido su negocio no va a dar parte de la transacción. «Si no hay una denuncia por extorsión, es muy difícil localizarlo», añaden las mismas fuentes.
Y es que, si la motivación del dinero no es suficiente, el siguiente paso que emplean las mafias organizadas es obligarte a vender: desde impedir la llegada de suministros a un establecimiento hasta provocar que la gente no compre en tu negocio.
«Los periodos de crisis económica son los mejores para poder comprar. ¿Quién tiene dinero ahora? Quien lo atesora y huye del fisco», afirman en la asociación. Desde la Policía Nacional, si bien no relacionan la coyuntura económica con un aumento de este tipo de actividades, sí que recalcan que «las organizaciones criminales no tienen crisis y, éste siempre ha sido su método habitual de lavado».
No en vano, en la actualidad las propiedades están más baratas. Y de fondo está el problema, como argumentan en la Asociación Independiente de la Guardia Civil, de que «en otros países europeos se actúa con una mayor rigurosidad» en el plano fiscal. Hoy por hoy, «el mejor sitio para comprar es España».
ANÁLISIS
España, «paraíso» de las operaciones ilegales
- ¿Se ha disparado la venta de empresas en quiebra en los últimos años?
–La Policía no tiene datos para poder afirmarlo con certeza, pero reconoce que la coyuntura actual es la idónea para que prosperen este tipo de actividades ilícitas. Por un lado, las organizaciones mafiosas «no tienen crisis», conservan su capital porque huyen del fisco; por otro, cada vez hay más empresas en quiebra. Por su parte, los sindicatos policiales sí hablan de un aumento.
- ¿Qué sectores constituyen las principales «víctimas»?
–Sobre todo, las empresas de hostelería (hoteles, bares, discotecas...), pero también otras, como las de transporte, que además de para blanquear sirven de «tapadera» para los narcotraficantes.
- ¿Ocurre lo mismo en otros países europeos?
–Los sindicatos policiales señalan que en nuestro país hay mayor permisividad, por lo que este tipo de delitos se multiplica.
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