Acoso escolar

Tasas antivagos por Álvaro del Río

La Razón
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En «Sastrerías Aguirre» se toman medidas casi a diario, pero especialmente los jueves. Medidas para cortarle un vestido a la crisis y que la hechura se ajuste a las exigencias del nuevo modelo de traje público para una temporada de líneas muy ajustadas. El Consejo de Gobierno acordó en su reunión de ayer, aprobar un decreto sobre las tasas universitarias para el próximo curso, con un doble objetivo: ampliar el porcentaje del coste real en primera matrícula e incentivar a los buenos estudiantes.

En tiempo de ajustes, no podemos ir derrochando dinero por las universidades públicas, manteniendo unos costes desorbitados por alumno que en muchos casos, cuando el alumno no se aplica, muestra desinterés y hace de la carrera una forma de pasar el tiempo entre aula, partida de cartas y botellón universitario de fin de semana, es un dinero de todos perdido por unos cuantos.
Al fin y al cabo se intenta incentivar al que se aplica y hacer que pague al que se toma los estudios universitarios como una forma de dejar pasar el tiempo. Habrá a quien le parezca bien que paguen igual justos en el esfuerzo que pecadores en la desidia, y otros a los que nos parece que el contribuyente no puede esforzarse en sufragar el gasto de estudiantes con vocación de vagos.