Viena

Clinton y Gates abogan por «exprimir» cada dólar dedicado a combatir el sida

Hay que hacer más por menos en la lucha contra el sida. Este es el mensaje que lanzaron hoy a los miles de participantes de la Conferencia Internacional SIDA 2010 el ex presidente de Estados Unidos Bill Clinton y el fundador de Microsoft Bill Gates.

La visión de Bill Gates coincide con las nuevas directrices de la OMS, que sostiene que el tratamiento temprano no sólo permite salvar vidas, sino también reducir los riesgos de contagio al reducir el nivel del virus en la sangre."Cada dólar que se malgasta pone vidas en peligro", aseguró a su vez Clinton, una de las caras más conocidas de la lucha contra el sida, durante su intervención ante el plenario de la conferencia que se celebra hasta el viernes en Viena y que reúne a 25.000 participantes. Sólo si se hacen las cosas "más rápido, mejor y más barato", explicó Clinton, se cuenta con la "disposición moral para pedir más dinero"a los donantes en mitad de la crisis económica más importante desde la Gran Depresión. "Más de lo mismo no es suficiente. No hacemos lo suficiente contra el sida", remarcó Clinton, criticando que se gasten fortunas para que expertos vayan "a reuniones y tomen aviones"mientras la epidemia sigue segando la vida de dos millones de personas cada año. La Organización Mundial de la Salud (OMS) indicó hoy en Viena que a finales de 2009, 5,2 millones de personas recibían tratamiento contra el virus del sida, frente a los 4 millones que se beneficiaban de esta terapia en 2008. El ex mandatario estadounidense solicitó que se redoblen el apoyo a las organizaciones de base y a los sistemas nacionales de salud, en lugar de dirigir toda la financiación a organismos internacionales, muchas veces demasiado burocratizados. Además, por encima de cualquier otro aspecto, destacó que "la prevención es la mejor estrategia", además de ser la más barata. En la misma línea discurrió el mensaje de Gates, uno de los mayores donantes individuales en la lucha contra el sida, que solicitó creatividad y un cambio de visión para dar un salto cualitativo. Así, el fundador de Microsoft, insistió en que incluso mientras se reclaman más fondos, es necesario también "sacar el mayor beneficio de cada dólar"y trabajar para que los fondos se inviertan de forma más eficaz. Gates se refirió a la necesidad de reducir el gasto de distribución de los medicamentos contra el VIH y de minimizar los costes de personal médico y de las pruebas clínicas. Pero, sobre todo, Gates puso su esperanza en las estrategias de prevención. Por ejemplo, se refirió a la demostrada eficacia de la circuncisión como medio de reducir el riesgo de contagio. El empresario indicó que si bien 150.000 hombres se han sometido a este programa en el África subsahariana, otros 41 millones quedan pendientes de hacerlo. Además, el multimillonario estadounidense recordó que el uso de antirretroviarles (ARV) reduce las posibilidades de transmitir la enfermedad y reconoció estar "entusiasmado"con las alentadoras perspectivas de microbicidas basados en ARV y que pueden ser administrados en forma de gel, pastillas o inyectables. En general, Gates aseguró que con una agresiva campaña de prevención de nuevas infecciones "podemos hacer decrecer de forma espectacular el número de nuevas infecciones por VIH y empezar a escribir la historia del fin del sida".. Los estudios de la OMS indican que las muertes debido al VIH podrían reducirse en un 20 por ciento hasta 2015 si se aplica un tratamiento temprano a los infectados y reduciría el número de contagios. Por otro lado, diversos científicos reunidos en el congreso vienés, aseguraron que los recientes y esperanzadores descubrimientos médicos habían catapultado la ansiada y buscada vacuna sobre el sida a una "nueva era". "Vivimos un renacimiento de las investigaciones sobre una vacuna contra el sida", afirmó Seth Berkley, fundador de Iniciativa Global para una Vacuna contra el VIH, una alianza internacional de científicos, investigadores y donantes. Para conseguir avances, es necesario mejorar la colaboración científica y la creación de objetivos prioritarios en la búsqueda de la vacuna que pueda reducir la incidencia de una enfermedad que afecta a más de 33 millones de personas en el mundo.