Sevilla
Zoido sobre el PGOU: «El que quiera ver oleadas a la playa»
La polémica de la modificación «puntual» del PGOU, que pretende sacar adelante la nueva Corporación municipal, no ha perdido fuerza.
Al contrario, las acusaciones de la oposición de ocultar un «pelotazo» urbanístico con la venta de los terrenos de San Nicolás Oeste a la multinacional Ikea y las recientes declaraciones del presidente de la Junta, José Antonio Griñán, quien la semana pasada declaró que se mostraba contrario al discurso de «modificar todo lo que sea necesario el PGOU para crear empleo», han aumentado el tono de las acusaciones entre una y otra parte.
En este sentido, el alcalde, Juan Ignacio Zoido, pidió ayer a Griñán más «coherencia» y respeto a los sevillanos. Pues, según él, no se pueden tomar «decisiones en un sitio pensando en una cosa y en otros sitios pensando en otra cosa», aseguró el regidor, que remarcó que en la Casa Grande se sigue trabajando para buscar una solución a las exigencias de la empresa sueca y permitir así la creación de unos 4.000 empleos y la llegada de 300 millones de euros de inversión. Para ello, Zoido insistió en que se trabaja bajo la máxima de «absoluta transparencia» y con «la legalidad vigente». Insistió en que desde la Junta de Andalucía tiene que existir una única vara medir y que no se puede «decir Diego donde dije digo». Ante la posibilidad de que el cambio en la norma urbanística del año 2006 siente un precedente y haya una oleada de peticiones empresariales similares a la de Ikea, Zoido quiso zanjar el asunto asegurando, gráficamente, que «el que quiera ver oleadas que se vaya a la playa».
Por su parte, el portavoz del Grupo municipal de IU, Antonio Rodrigo Torrijos, se mostró muy crítico con las intenciones del Ayuntamiento de dar más metros de los permitidos para la apertura de la segunda tienda de muebles de esta cadena en la provincia. Así, recordó sus años en el Gobierno local y aseguró que se dieron casos de peticiones similares, pero que la respuesta entonces fue «una negativa o una recuperación de un estudio anterior para tener más datos». A su juicio, la diferencia entre la gestión de entonces y la de ahora radica en que «a todo lo que le piden le dice que sí». También tuvo palabras para Ikea, a la que recordó que «Sevilla no es una ciudad del Tercer Mundo donde se puede engañar con espejitos y llevarse el oro». Ante esta situación, reclamó al alcalde que la ciudad «no regrese a un modelo especulativo, esquilmatorio e insufrible para los sevillanos», ya que según él, este modelo fue el que originó «la crisis terrible que aún estamos padeciendo».
En esta misma posición se encuentran los sindicatos UGT y CC OO, que «compartieron las preocupaciones» de Torrijos en este asunto y exigieron que las decisiones finales se tomen con el «mayor consenso posible» por parte de las fuerzas sociales. Para José Antonio Gilabert, secretario general de UGT-Sevilla, «hay gente que utiliza la palabra empleo para cambios radicales en el urbanismo bajo la presión de grandes multinacionales. Esto es una barbaridad. No puede ser que en función de hablar de puestos de trabajo se quieran dar ‘pelotazos'», afirmó.
Por otro lado, Zoido realizó ayer un análisis de su primer mes al frente del Gobierno municipal. Un periodo de tiempo en el que según él «se han solucionado muchas cosas», aunque también se han encontrado con sorpresas, puesto que «no ganamos para sobresaltos», señaló al tiempo que quiso destacar la falta de «precisión» con la que se han gestionado las cuentas municipales en los últimos años. En este sentido, destacó que su prioridad va a ser pagar todas las deudas que el Ayuntamiento tiene lo antes posible, aunque quiso dejar claro que los más de 600 millones que se deben no se han generado en un mes, sino que vienen de varios años atrás. De este modo, remarcó que la intención es solucionar la situación de las empresas que necesitan cobrar lo antes posible debido a lo precario de su situación económica actual. «No se le puede hacer esperar más tiempo a la gente, que además, lo está pasando muy mal», concretó.
El alcalde manifestó la complicación que supone enfrentarse a la gestión municipal en el estado en el que se encuentra tanto la ciudad como el propio Ayuntamiento, puesto que todas las tardes se reúne con personas que llegan «cada uno con su problema y con sus demandas». Una situación en la que aún hay muchas dudas, pues aseguró que su Gobierno aún se está «enterando de lo que hay» para poder ejercer «desde los mismos términos que se han hecho en la oposición, con responsabilidad».
Respecto a los próximos proyectos que tienen entre manos, quiso señalar que en el siguiente Pleno se llevará a cabo la derogación del Plan Centro. Un tema en el que precisó que pese a que la decisión está tomada hay que escuchar a todas las partes. En cuanto al Patrimonio, destacó que de momento no hay posibilidades de recuperar la Fábrica de Artillería como espacio cultural para la ciudad y recordó que hay inmuebles que necesitan una restauración más urgente, como es el caso de la iglesia de Santa Catalina, para los que aún se busca el dinero de su restauración.
«¿Sacyr? Me dicen que puede haber más problemas»
La factura de 450.000 euros que tiene que pagar el Ayuntamiento a Sacyr, para que los sevillanos suban gratis al complejo Metropol Parasol, parece que no es la única de las sorpresas que esconde el nuevo equipamiento. El alcalde se mostró ayer preocupado ante lo que se pueden ir encontrando en los próximos días y ya anunció que le habían dicho que «puede haber más problemas». Por ello, adelantó que esperará a la semana que viene para mantener una reunión conociendo toda la información.
Crean un nuevo órgano de gestión para los distritos
El Ayuntamiento anunció ayer la puesta en marcha de una «comisión de coordinación de distritos» para reducir las diferencias entre las distintas zonas de la ciudad. Este nuevo órgano de carácter técnico-político nace amparado por el artículo 50 del reglamento orgánico de las juntas municipales de distrito. En su presentación, el alcalde, Juan Ignacio Zoido, afirmó que trasladará al resto de grupos políticos las líneas que marcarán la gestión de un órgano que comenzará a funcionar en agosto y que tendrá un coste cero. La intención es que esta comisión celebre una reunión cada mes para tomar el pulso a las principales necesidades de los vecinos y así «dar una respuesta inmediata»; disfrutará de una naturaleza consultiva y los acuerdos que se tomen tendrán la consideración de «órdenes de servicio»; estará presidida por la figura del alcalde, mientras el concejal de Participación Ciudadana y Coordinación de Distritos ostentará la Vicepresidencia. En el nuevo órgano tomarán parte cada uno de los delegados de los once distritos, la directora general de Participación Ciudadana, representantes de las empresas municipales y de la Gerencia de Urbanismo y el Instituto Municipal de Deportes, así como responsables de servicios municipales como los de Movilidad, Vía Pública o Parques y Jardines.
El Grupo socialista afirma que Zoido no «ha inventado nada», al darle «sólo un nombre» a una reunión que existía con anterioridad. Además, critican que se ha hecho sin contar con la opinión de la oposición.
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