El metro con atractivo para los inversores privados

A lo largo de la semana que hoy arranca, el Ayuntamiento y la Junta de Andalucía tendrán un encuentro con operadores privados interesados en la confinanciación de la Línea 3 del metro de Sevilla. Así se encargó de recordarlo hace unos días el portavoz de la oposición socialista, Juan Espadas, sin atreverse a decir la fecha concreta y el lugar –dio a entender que lo conocía–, pero demostrando una «deslealtad» máxima, según el grupo popular, a los ejecutivos municipal y autonómico. La cita resulta de relevancia por tratarse de una infraestructura necesaria para la ciudad que dará respuesta a miles de ciudadanos, pero al mismo tiempo supone una oportunidad de atraer inversores y marcar el camino en otros asuntos, habida cuenta de la situación económica del país.

Los últimos datos ofrecidos por el Instituto Nacional de Estadística y, en concreto, su estudio de Transporte de Viajeros hecho público el pasado 11 de enero, desvelan el crecimiento en el número de viajeros del metropolitano en el mes de noviembre. En total, se produjeron 1.313.000 desplazamientos, lo que supone un 3,2% más que hace un año. Lo más llamativo, no obstante, es que es el único metropolitano de España que crece. Ni Madrid (-0,1%), ni Barcelona (-1,2%), ni Bilbao (-1,8%), ni Valencia (-7,2%), ni Palma (-8,2%) consiguen hacerlo. La demanda en nuestra ciudad, más allá del número de parados (superior a los 80.000) y de los problemas económicos con los que conviven muchas familias, continúa. Esta comparativa con las cinco ciudades mencionadas cobra más relevancia incluso si los datos se analizan con la media de 2011. En ese periodo de noviembre, Sevilla sube un 8,7%, más de seis puntos por encima de Barcelona (2,5), cuando la clara tendencia es al descenso de dicha media. De hecho, Valencia sufre un -4% de viajeros y Palma un -3%.

Bajo estos parámetros, el metro de Sevilla supone un atractivo para inversores. Captarlos no será una misión sencilla por los tiempos que corren, pero más allá de disputas políticas y electoralistas, se ha convertido en un servicio ne-ce-sa-rio.