IU le marca el paso al PSOE

La decisión del PSOE de pedir un aplazamiento del Pleno del 14 de noviembre por coincidir con la huelga general es un asunto aparentemente menor. No lo es tanto si se pone en el contexto de la hoja de ruta de gobernabilidad que le está consiguiendo imponer la coalición de izquierdas a su socio mayoritario del bipartito. IU ha conseguido que el PSOE quede en evidencia, al tener que aceptar ahora lo que negó en 2010 cuando los sindicatos le organizaron otra huelga general a Rodríguez Zapatero. El primero que queda en evidencia es Griñán, que fue tajante hace dos años, sin pensar en la dependencia que tendría hacia IU: «Este Parlamento nunca debe hacer huelga porque la democracia no se toma vacaciones ni se paraliza. Nunca». IU conoce el precedente del abrazo del oso practicado por el PSOE al Partido Andalucista, su socio durante ocho años, ahora reducido a una representación marginal y extraparlamentaria. Y por eso no quiere que se vuelva a producir lo mismo, en un momento, además, en el que IU está capitalizando buena parte del voto que desaloja el PP y que el PSOE no es capaz de captar. Por eso hay dos asuntos que serán trascendentales para la coalición en las próximas semanas, termómetro de si verdaderamente están dispuestos a plantar cara a sus socios de gobierno: las conclusiones de la comisión de los ERE y la elaboración de los Presupuestos de 2013. Serán las principales decisiones a las que se enfrente IU tras las elecciones. La prueba de fuego.