Alcobas en el corazón de Zafra

Aunque aparece citada en algunos documentos del siglo XI, la historia de Zafra se remonta a la dominación árabe. En el siglo XIII pasó a manos cristianas y de la convivencia entre antiguos y nuevos moradores nació la tradición artesana y comercial de la localidad, que fue declarada Conjunto Histórico Artístico de Interés Nacional en 1965. Este tratamiento lo ostentaba ya el Alcázar desde 1931.

En esta localidad se construyó en el siglo XV un palacio, ampliado en los siglos XVI y XVII, que fue residencia de los Duques de Feria y que en la actualidad es un Parador de turismo. Su situación en el centro mismo de la ciudad se puede considerar como privilegiada y son dignos de admirar su fachada renacentista y su patio de mármol, que se conservan intactos. Por todo el establecimiento se salpican elementos de la época, como artesonados, arcones, herrajes, pasamanos... Todo ello produce en el viajero que entra en el Parador de Zafra una sensación de haber retrocedido en el tiempo nada más cruzar el umbral. Las antiguas estancias del Alcázar, sus alcobas, despachos, archivos... han sido reconvertidas en espaciosas habitaciones acondicionadas para satisfacer todas las necesidades y comodidades que demanda el turista actual.

El señorío del palacio, su decoración y sus servicios no son lo más importante ni lo más destacable para el viajero, que encuentra en la gastronomía del Parador de Zafra uno de los principales motivos para repetir su visita.La cocina del establecimiento ofrece platos típicos extremeños, como la caldereta de cordero, las migas extremeñas o el solomillo ibérico al queso de los Ibores, entre otros igualmente deliciosos. Esta tradicional oferta gastronómica se completa con el «Arte breve de la cocina», un menú degustación que repasa la tradición culinaria de la zona a través de «Las viandas de Palacio», una seleción de bocados de la cocina extremeña que incluye frutas endulzadas, cuajado de berenjenas, aceitunas «machacadas», trucha guisada, potaje de gallina, crema de arroz y leche de almendras.

Otro de los principales atractivos del Parador de Zafra es la propia localidad en sí misma. Muy cerca del establecimiento, la iglesia de Santa Marina y la calle Sevilla, muy comercial. Sin salir de Zafra, es muy recomendable acercarse hasta el convento de Santa Clara, la Colegiata de la Candelaria, las plazas Grande y Chica...

Por los alrededores de la localidad se pueden hacer rutas de lo más atractivas. La del Ducado de Feria comprende pueblos como Feria, declarado Monumento Histórico Artístico; Salvatierra, principal centro productor de la alfarería extremeña, y Almendralejo, con joyas arquitectónicas de la categoría de la iglesia de la Purificación o el palacio de los marqueses de Monsalud.Más alejada, pero igualmente interesante es la ruta «De los templarios», que permite conocer el Burguillo del Cerro, Jerez de los Caballeros y Frenegal de la Sierra.