Castilla y León
Castilla y León acoge la primera plantación experimental ecológica de pistacho
Castilla y León se ha convertido en pionera en la investigación experimental de cultivo ecológico de pistacho a través de un proyecto de I+D+i avalado por el Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial (CDTI) que persigue demostrar la idoneidad y rentabilidad de este cultivo como alternativa para el sector agrícola de la Región.
El proyecto, que cuenta con la colaboración técnica del Instituto Tecnológico Agrario de Castilla y León (Itacyl), está promovido por la Sociedad Cooperativa Pistacyl y tiene un presupuesto de más de 480.000 euros, de los que CDTI financia el 75 por ciento.
La iniciativa se está desarrollando en la localidad vallisoletana de Pozal de Gallinas, en tres parcelas de estudio en las que se han plantado alrededor de 7.000 portainjeros con plantas de pistacho injertadas con las cinco variedades principales que existen en el mundo.
Según han informado a Europa Press desde la empresa, se trata de la primera investigación de estas características que se desarrolla en España, "dado que hasta la fecha se ha investigado sobre variedades productivas y sobre la calidad del producto, pero muy poco sobre portainjertos con diferentes variedades, que son primordiales para determinar su adaptación a la zona".
Las mismas fuentes han defendido que, en principio, Castilla y León se muestra adecuada para el cultivo del pistachero, "ya que se trata de un árbol que necesita más de 700 horas de frío y temperaturas calurosas en verano, con poca humedad relativa ambiental y diferencias importantes de temperatura entre el día y la noche". Sin embargo, han reconocido que tiene el inconveniente de que requiere alrededor de 10 años para entrar en plena producción, "por lo que se trata de una inversión a largo plazo".
Con este proyecto de investigación, que se prolongará hasta 2012, se pretende obtener la mayor información posible sobre las variedades
y técnicas de cultivo que más se adaptan a la Región así como sus rendimientos y problemas en cuanto a plagas y enfermedades, para aumentar su producción de calidad en Castilla y León de modo que represente una alternativa rentable a los agricultores frente a la crisis provocada por la reforma del sector azucarero.
Las mismas fuentes han destacado asimismo que este proyecto permitirá reducir las importaciones nacionales de pistacho y que proceden, en su mayoría, de Irán, Irak, Turquía y Grecia.
Para ello, el proyecto de investigación consiste en la plantación en cada una de las tres parcelas de 2.400 plantas de las cinco variedades más importantes de portainjertos de pistacho que existen en el mundo (480 plantas de cada variedad).
Cada variedad, a su vez, está siendo probada con planta micorrizada, "es decir, con un hongo huésped que le proporciona nutrientes minerales, y sin este elemento, con lo que se podrá comprobar su comportamiento y demostrar así si su uso mejora el desarrollo y el crecimiento de los árboles, la productividad, la resistencia a plagas y enfermedades y al estrés hídrico y si aporta mejoras ecológicas y medioambientales".
A su vez, en cada una de las tres parcelas se están aplicando diferentes técnicas de cultivo (cubierta vegetal permanente, cubierta vegetal temporal y cultivo tradicional). De este modo se determinará cuál es la técnica de cultivo mejor para cada variedad de pistacho y en el caso de que los resultados sean mejores con cubierta vegetal, qué tipo de cubierta es la idónea.
El proyecto también contempla el estudio de otra plantación en superintensivo de dos parcelas de 240 plantas cada una de la variedad más vigorosa conocida. "Con ello también se podrá constatar cuál de los dos sistemas de plantación aporta una mejora en el cultivo", han precisado las mismas fuentes.
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