Francia

Ocho razones para ampliar el copago

Los expertos creen que sólo una mayor aportación del ciudadano salvará a la Sanidad de la bancarrota

PULSE EN «DOCUMENTO» PARA DESPLEGAR EL GRÁFICO
PULSE EN «DOCUMENTO» PARA DESPLEGAR EL GRÁFICOlarazon

MADRID- El Gobierno huye del término como de la peste. Pero estuvo en la mesa de Moncloa la noche anterior al anuncio del tijeretazo por parte de José Luis Rodríguez Zapatero, y saltó a la luz pública por boca de la ministra Trinidad Jiménez poco después, dando pie a una polémica que ella misma tuvo que apagar en 24 horas con una rectificación sobre la marcha. El copago sanitario, la «bicha» que ha estado en mente de todos los Ejecutivos en los últimos 15 años y que ninguno se atrevió a extender, sigue en el centro de los debates. Los expertos defienden su uso como la única vía útil para rescatar a la Sanidad de la bancarrota y apuntalar su sostenibilidad, a la vista del incremento del gasto, el envejecimiento de la población y la incipiente llegada de la Medicina a la carta. Éstas son las ocho ventajas que atribuyen a una mayor corresponsabilización del usuario en el pago de la Sanidad.Único margen de ahorro El gasto en medicinas representa alrededor de un 25 por ciento de la factura sanitaria. Los últimos recortes aplicados a los agentes generadores de gasto –la oferta– han dejado en una situación muy complicada a laboratorios, distribuidores y farmacéuticos. Queda, pues, poco margen para actuar más sobre sus beneficios. Por tanto, incrementar la aportación actual del usuario al pago de los fármacos, actuando sobre la demanda que genera ese gasto, es uno de los escasos márgenes que quedan por explorar.Habría menos recetas Los datos del último año y medio revelan que el gasto farmacéutico aumenta en todo el país más por el número de recetas prescritas por parte de los médicos que por el precio medio de los medicamentos aprobados o que existen en el mercado. Los expertos creen que un aumento del copago podría frenar las prescripciones innecesarias, al actuar como un posible elemento disuasorio para los pacientes cuya salud no precisa atención farmacoterapéutica.Elemento de Justicia La modificación del actual sistema de copago podría limar situaciones injustas como las expuestas innumerables veces por expertos como José Barea: que un jubilado que percibe la pensión máxima reciba gratis las medicinas en las farmacias, mientras que los desempleados sin recursos, que perciben el subsidio mínimo y con familia a cargo, tengan que abonar el 40 por ciento de su precio. Una reforma del sistema vigente aportaría más recursos a la Sanidad y limaría situaciones de inequidad económica y social.Disuasorio en primaria En Madrid, 566 pacientes visitaron el pasado año a su médico de familia más de 50 veces. Uno de ellos lo hizo incluso 179 veces, de acuerdo con los datos en poder de la Consejería de Sanidad. La hiperfrecuentación innecesaria contribuye a saturar los centros de atención primaria y aumenta en consecuencia el gasto farmacéutico. Un copago simbólico, que actuara como ticket moderador, por visita al médico podría disuadir a los ciudadanos hiperfrecuentadores, según los expertos, y reducir de paso el uso innecesario de recursos.Disuasorio en urgencias Algunos expertos creen que el pago simbólico de una cantidad en urgencias contribuiría también a evitar visitas innecesarias a estos servicios, que podrían resolverse desde un punto de vista médico en otro nivel asistencial diferente. El copago actuaría también aquí como un ticket moderador y como elemento de ahorro y de lucha contra la saturación de los servicios especializados.Igual que en casaEl copago hostelero puede ser otra vía de ahorro. Los expertos sostienen que si una persona emplea una cantidad económica para comer a diario en su domicilio, también puede hacer lo mismo cuando está ingresada en el hospital, siempre que se tratara de cantidades reducidas. La dificultad técnica de implantar esta vía de copago es extrema.Ayuda al EstadoLa Sanidad española está infrafinanciada con respecto a otros países de la UE que destinan hasta dos puntos más al sostenimiento de los servicios (unos mil euros menos al año por paciente con respecto a Francia). El aumento de la participación del usuario podría ser de este modo una alternativa realista frente al aumento de impuestos para la financiación sanitaria. En este contexto, el copago sustituiría a iniciativas como «el céntimo sanitario», que acaba de adoptar Andalucía.Preservaría prestacionesEn la actual situación de bancarrota, y con la infrafinanciación sanitaria, el mantenimiento del catálogo de prestaciones vigente resulta prácticamente imposible. En este contexto, las autoridades deben elegir entre reducir el catálogo, empeorando así el sistema, u obtener ingresos extra para mantener las prestaciones o, incluso, extenderlas.