Juan Antonio Bayona regresa al Festival de Sitges con su impactante «Lo imposible»

SITGES- Ayer pudo verse, en sesión especial, «Lo imposible», la segunda película de Juan Antonio Bayona tras «El orfanato». Es una historia hiperrealista que nos lleva al tsunami de 2004 y como esa tragedia afecta a una familia. Realmente es una película magnífica. Bayona acierta plenamente en la dirección de actores, así como en la creación de un clima. Sabe meterse en el melodrama sin caer en el fondo. El director lo va en silencio, sobrecogido. Al final de la proyección hubo una merecidísima ovación de una sala llena a las diez y media de la mañana.

La diferencia con San Sebastián, donde también se pudo ver, es que allí se puso fuera de concurso y llevaron a Ewan McGregor, al que pasearon por la ciudad y dieron un premio especial. Aquí ha venido Bayona con Tom Holland, sin premio. Por muy sesión especial, por muy estupenda que sea la película –y lo es–, uno se pregunta qué hace un trabajo hiperrealista en un festival dedicado al género fantástico. Es algo que no se entiende.
Bayona llevará «Lo imposible» a Estados Unidos, donde se estrena el 21 de diciembre, y está por ver si llegará a los Oscars.

Otra de las películas de la jornada fue «Robot & Frank», de Jake Schreier. Lo primero que hay que destacar es la magnífica interpretación de Frank Langella, quien está acompañado en la pantalla de Susan Sarandon y Liv Tyler. En un futuro próximo, con robots perfectos, el protagonista del filme, recibe una de estas máquinas como regalo de su hijo. Es un robot perfecto, que le ayuda en todo, pero el protagonista tiene tras de sí un historial de robos y descubre que su nuevo compañero le puede servir para reanudar su antigua delictiva carrera. Es una comedia dulce que provoca en el espectador sonrisas. No conviene perdérsela cuando lleguen a nuestras salas.